Para muchos, los días grises y lluviosos son sinónimo de mal humor. Pero un estado de ánimo negativo tiene sus beneficios, al menos para la memoria.
De acuerdo a una investigación del psicólogo social Joseph Forgas, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), en Australia, el mal humor en respuesta a la temperatura mejora la capacidad de las personas para recordar.
En el estudio, cuyos resultados fueron publicados en 2009 en la revista científica Journal of Experimental Social Psychology, Joseph Forgas y su equipo de investigadores evaluaron la capacidad de 73 compradores de recordar 10 objetos poco comunes que fueron colocados en el mostrador de una tienda, en Sidney.
Cuando los clientes salieron del establecimiento, su capacidad para recordar los objetos fue evaluada durante días lluviosos y nublados (cuando estaban malhumorados), y soleados (cuando se encontraban con un estado de ánimo positivo).
Los investigadores habían confirmado el tipo de estado de ánimo de los participantes en base a un cuestionario.
En el experimento, se observó que en los días lluviosos los consumidores identificaron tres veces más objetos que las personas cuya memoria fue evaluada durante días soleados.
Además, eran menos propensos a recordar objetos falsos que no se habían colocado en el mostrador.
Los hallazgos apoyan la teoría de que cuando las personas se encuentran de buen humor, tienden a prestar menos atención a su entorno.
Su pensamiento suele ser más conceptual. Mientras que un estado de ánimo negativo inducido por días “grises” favorece un modo de procesamiento de información más escéptico y meticuloso.