En gustos se rompen formatos
Apostar por lo digital o por lo tradicional en el séptimo arte es el dilema.
Y mientras la apuesta está en el aire y la balanza no termina por tomar una inclinación preferente, el mercado sigue ofreciendo material para todos los gustos y preferencias.
Después de un centenario de que los hermanos Lumiere trajeran la cinematografía a la historia del arte, el principio sigue siendo el mismo: todo comienza con una cámara.
Hidalgo Neira
Apostar por lo digital o por lo tradicional en el séptimo arte es el dilema.
Y mientras la apuesta está en el aire y la balanza no termina por tomar una inclinación preferente, el mercado sigue ofreciendo material para todos los gustos y preferencias.
Después de un centenario de que los hermanos Lumiere trajeran la cinematografía a la historia del arte, el principio sigue siendo el mismo: todo comienza con una cámara.
En las últimas dos décadas, las técnicas digitales han sido aprovechadas en la producción cinematográfica. La industria del cine continúa incorporando innovaciones tecnológicas que le permiten renovarse y seguir generando éxitos de taquilla.
Actualmente la tecnología ofrece una óptima calidad en el rubro digital, lo cual ha desplazado con el paso de los años el uso de la película y los rollos de celuloide para filmar a la vieja usanza.
Sin embargo hay cineastas que pugnan por rescatar este arte y salen a las locaciones con los armatostes que generan un característico ruido al grito de “¡Acción!” del director.
Como también hay otros que se adaptan a la era moderna y prefieren desplazar este ritual para ser prácticos y avanzar más rápido al proceso de edición, así como experimentar con tecnologías en tercera dimensión o simplemente gozar de la portabilidad que ofrece una cámara digital.
En esta lucha también hay realizadores que se posicionan en medio de la discusión, ya que no se pelean por los formatos e inclusive mezclan la tecnología de alta definición con la cinta analógica que requiere de revelado.
¿Nostalgia vs. tecnología?
Por gusto, capricho, nostalgia o innovación, algunos directores han optado por formatos específicos –o la combinación de los mismos– a la hora de grabar sus cintas.
1. “Los 8 más odiados”
Quentin Tarantino eligió filmar en Ultra Panavision 70, un formato que se utilizó por última vez en 1966.
2. “Gravedad”
Esta cinta de Alfonso Cuarón –que le valió el Oscar a Mejor Director– tardó cinco años en hacerse y destaca porque se hizo una conversión del 2D al 3D durante su filmación. Al respecto, Cuarón señaló que se dieron cuenta de que era imposible debido a las limitaciones de la tecnología y el espacio. “El peso de las cámaras también lo hizo imposible. Consulté con James Cameron. Esto fue cuando el 3D se consideraba cool. Ahora, se ha usado en exceso (…) Creo que si se utiliza correctamente es increíble. Me encanta la sensación de la profundidad”, dijo el director.
3. “Adiós al lenguaje”
El veterano de 84 años, Jean-Luc Godard intenta abrir nuevos horizontes al grabar en 3D, pero sin dejar de impregnar la cinta con su estilo. Y logra una sinergia entre el lenguaje, la narrativa y la tecnología.
4. “Steve Jobs”
El director Danny Boyle la filmó en 16mm, 35mm e inclusive una parte en digital también. El objetivo era plasmar el mood y sentimiento de cada etapa en la que se retrata al Steve Jobs interpretado por Michael Fassbender.
5. “Side by side”
Este documental presentado y producido por Keanu Reeves muestra las declaraciones de diversos cineastas –Danny Boyle, James Cameron, David Fincher, Martin Scorsese– sobre su postura ante el avance del cine digital y lo que conlleva la transición.
Lucas: El pionero de HD
Siempre en búsqueda de avanzar más rápido que la modernidad, George Lucas envisionó el realizar las precuelas de “La Guerra de las Galaxias” de manera digital, y aunque el Episodio I no pudo ser totalmente producido en Alta Definición (HD, por sus siglas en inglés), el perseverante director lo logró en el segundo intento.
Sony en conjunto con Panasonic y con la idea de Lucas, desarrolló la tecnología necesaria para tener una cámara de cine que fuese completamente digital y de resolución HD, y así nació la cámara CineAlta.
Aunque Lucas fue el pionero en filmar –o mejor dicho grabar– con este equipo, no fue el primero en probar la tecnología de Alta Definición.
En 1991, el alemán Wim Wenders dirigió “Until The end of the World”, en la que se utilizaron cámaras HD de manera experimental para secuencias especiales en la película. Años después migró de manera formal a este estilo.
Nolan y Tarantino: ¿Capricho o rescate?
Entre los cineastas que empujan el rescate del uso de cámaras con negativo de película se encuentran Chistopher Nolan y Quentin Tarantino, quienes cada vez exprimen más el formato utilizando inclusive equipo que había dejado de usarse en sets de filmación.
El director de la trilogía de “Batman” que protagonizó Christian Bale, empezó a experimentar con las cámaras IMAX para las secuencias de acción de “El caballero de la noche” (2008), aumentando cada vez más minutos de filmación en este formato, en cada película que iba realizando.
Para “Interestelar” (2014) inclusive la marca IMAX le dejó experimentar con lentes que apenas eran prototipos, hasta la fecha ha sido la película con más secuencias filmadas en este amplio formato.
Por su parte, Tarantino es un empedernido amante del celuloide, que para su más reciente y octava película, “Los 8 Más odiados”, usó el formato Ultra Panavisión 70. Este último consiste en usar pietaje de 65 milímetros y una gama de lentes particulares para hacer tomas panorámicas especiales.
Este tipo de equipos se había dejado de implementar en las producciones desde la década de 1960, sobre todo por el alto costo que implicaba rodar en este formato.
Greenaway y Wenders: Prácticos y experimentales
Aunque realizadores como Tarantino y Nolan empujan por usar la película en sus producciones, los realizadores más longevos han preferido seguir la ruta de lo digital, olvidando la nostalgia o el sentimentalismo que ofrece el filmar en celuloide.
Así lo ha expresado Peter Greenaway, quien en su cinta “Eisenstein en Guanajuato” se sirvió de utilizar equipo de alta definición y ha dicho que el esfuerzo del director estadounidense es “estúpido”.
En su reciente visita a México, puso de ejemplo al cineasta soviético Serguéi Eisenstein y la manera en cómo experimentaba con el uso fotográfico de su era.
“Si Eisenstein estuviera vivo ahora, estaría trabajando en hologramas”, dijo elocuente en entrevista para Reporte Indigo, a finales de enero.
Wenders, por su lado, ha adoptado el HD sin despegarse de él, ejemplo de su uso se observa en el documental “La sal de la tierra”, el cual codirigió junto a Juliano Ribeiro Salgado, hijo de Sebastião Salgado y a quien se le dedicó la película.
Uno de los mayores esfuerzos del cineasta alemán se ha dado en el documental “Pina”, en el que implementó el uso de la cámara creada por Lucas, además de involucrar el formato de 3D, demostrando que “los perros viejos prefieren nuevos trucos”.