Entre más educación, más desigualdad
Toda tendencia trae consigo cambios sociales. Lo mismo sucede con los matrimonios actuales, caracterizados por lo que los economistas denominan “emparejamiento selectivo” (assortative mating, en inglés), es decir, individuos que eligen a parejas con un nivel de educación similar.
Este patrón “es importante en la desigualdad de ingresos”, concluye un estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas en Estados Unidos.
Eugenia RodríguezToda tendencia trae consigo cambios sociales. Lo mismo sucede con los matrimonios actuales, caracterizados por lo que los economistas denominan “emparejamiento selectivo” (assortative mating, en inglés), es decir, individuos que eligen a parejas con un nivel de educación similar.
Este patrón “es importante en la desigualdad de ingresos”, concluye un estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas en Estados Unidos.
Los nuevos matrimonios compuestos de parejas que son graduados universitarios y que tienen altos ingresos explica que la inequidad haya aumentado un 25 por ciento en el país.
Antes era común que hombres con títulos universitarios se casaran con mujeres con carreras universitarias truncas o que contaban únicamente con un diploma de secundaria.
En la década de los 60, solo el 14.8 por ciento de hombres y 7.6 por ciento de mujeres de entre 25 y 29 años eran graduados universitarios.
A diferencia del 2012, donde las cifras eran de 29.8 y 37.2 por ciento, respectivamente.
Esto, aunado al hecho de que más mujeres comenzaron a egresar de universidades y, por ende, a sumarse a la fuerza laboral y ganar mayores ingresos, estilos de vida significativamente más costosos, mayores expectativas maritales por parte de ambos géneros y la tendencia del emparejamiento significativo, no solo transformaron radicalmente el significado del matrimonio, sino que acentuaron las brechas de ingresos entre ricos y pobres.
La investigación señala que el emparejamiento selectivo ha aumentado el coeficiente Gini –que mide la desigualdad en la riqueza entre los ciudadanos de un país– en Estados Unidos, de 0.35 en la década de los 60 a 0.43 en 2005. En esta medida, 0 corresponde a una igualdad perfecta y 1 significa desigualdad perfecta.