Un brote de COVID-19 que surgió en hámsters, y que lo transmitieron a humanos, ha causado sorpresa en las autoridades sanitarias de Hong Kong, que comunicaron que se sacrificará a al menos 2 mil mamíferos que causaron el contagio.
De acuerdo con las autoridades, estos hámsters son importados de los Países Bajos y el gobierno local ordenó a las tiendas de mascotas y a los propietarios de los mismos que los entreguen para sacrificarlos.
Los primeros indicios apuntan a que estos animales fueron comprados después del 22 de diciembre, mientras que ya se suspendió hasta nueva orden la importación de cualquier mascota pequeña.
Los funcionarios destacaron que el brote de la variante Delta en humanos, vinculados al trabajador de la tienda, derivó en pruebas a animales de las cuales 11 hámsters dieron positivo.
Tras la alarmante noticia, el gobierno ordenó que las 34 tiendas de mascotas con licencia para vender hámsteres suspendieran operaciones.
El lugar donde el trabajador dio positivo, ubicado en el distrito de Causeway Bay, fue sanitizado.
Dos personas vinculadas a la tienda de mascotas Little Boss fueron confirmadas como positivas y 150 clientes se encuentran bajo cuarentena.
De acuerdo con South China Morning Post , la orden de sacrificio se aplica para todos los hámsters comprados enHong Kong desde el 22 de enero, fecha en que llegó un envío de animales desde los Países Bajos y fueron trasladados a un almacén de Little Boss en Tai Po. Un segundo envío llegó el 7 de enero.
En el centro del brote se encuentra una vendedora de 23 años de Little Boss que el domingo se convirtió en el primer caso de la vaariante Delta en Hong Kong en más de tres meses.
Una jubilada que visitó la tienda el 4 de enero, junto con su hija, fue confirmada como positiva. Su esposo es preliminarmente positivo, mientras que la hija hasta el momento es asintomática.
