Exposición celebra la diversidad del cuerpo
A través de seis piezas que se yuxtaponen para crear cuatro escenarios distintos que tienen que ver con los tránsitos de la femineidad dentro de ciertos espacios; la artista Minerva Ayón hace una celebración a la diversidad en el museo muca-Roma
José Pablo EspíndolaLos debates sobre el cuerpo surgen como objeto de reflexión cuando se extiende una sensación generalizada de crisis económica, política, cultural y subjetiva. Amor en reversa: el cuerpo utópico es una exposición que busca construir la noción de heterotopía, propuesta por el filósofo Michel Foucault, mediante la integración de piezas de la artista Minerva Ayón que recrean cuatro escenarios, los cuales exploran y especulan sobre la diversidad de la naturaleza femenina a partir del cuerpo.
“La exposición toma su título de la primera instalación que está en el vestíbulo y tiene que ver con el principio de origen del cuerpo. Es una pieza que funciona a manera de un arduino, hay un unificador que produce vapor y una secadora que contrarresta para generar ese principio de respiración y el cuerpo como origen de vida”, explica Cecilia Delgado Masse, curadora de la muestra.
La exposición se compone de seis piezas que se yuxtaponen para crear cuatro escenarios distintos que tienen que ver con los tránsitos de la femineidad dentro de ciertos espacios; el primero es el principio de origen de vida, de estar, de permanecer y activarse mediante una analogía que tiene que ver con la respiración.
El segundo escenario se compone de dos piezas que son Fantasmas en el caparazón y #LaDiosaRabiosa 2.0. La idea es recrear un espacio que alude a la sacrilidad, a esas Venus prehistóricas que tienen que ver con el arte antiguo. Son piezas entre cerámicas, dibujos y grabado.
“Se va estableciendo una especie de principio en término de equilibrio; por ejemplo, Fantasmas en el caparazón está formada por dos columnas que integran dibujos sobre unas libretas para diseñar ropa, una es femenina y otra masculina, y sobre ellas Minerva va haciendo intervenciones precisas a niveles de tinta que van dejando que la mancha suceda, que vaya tomando al papel”, asegura Delgado Masse, quien también es la directora del museo muca-Roma, recinto donde se presenta la muestra.
Otro de los escenarios es Technodildonics y se compone tanto de la pieza como de sus respectivos disfraces. Esta es una intervención que Minerva le hizo a una página pornográfica el año pasado. La idea era deconstruir y jugar con la idea del estereotipo porno, ya que el espacio se presenta como privado, pero de intervención pública.
“El video está cargado con un gran sentido del humor, de celebrar la corporalidad en términos de sensibilidad y de deseo como pulsión de celebración que se aleja del estereotipo sexual al que estamos habituados”, explica la curadora.
El último escenario es una intervención que Minerva hace en la terraza, es Floreros de carne para tu pito-flores, que también es una segunda versión que se presenta, porque el año pasado estuvo en Cuernavaca.
La instalación hace alusión al espacio público, se compone de una serie de textiles que la artista trabajó con la idea de generar una especie de tatuaje sobre el museo que aludiera a esta intervención directa del espacio público. También, se presenta otro maniquí que tiene que ver con el monstruo del matriarcado, con ese sistema que constantemente está modelando conductas y guiando estereotipos de la reducción binaria entre lo femenino y lo masculino, cuando hay una diversidad que tiene que verse y decir más. “En realidad la exposición es una celebración de la diversidad”, dice Cecilia.
Actividades a la par de la exposición
En paralelo a Amor en reversa: el cuerpo utópico se desarrollará un programa público que integra cuatro performances de la artista, el programa “Fronteras móviles”, charlas, talleres y ciclos de cine.
“La idea es hacer un performance mensual, el siguiente es en agosto, después en septiembre y el último en octubre, que es cuando termina la exhibición. También se está trabajando un programa público con distintos colaboradores que se han sumado al proyecto, como el Instituto #demachosaHOMBRES que dará un ciclo de conferencias que tienen que ver con empezar a deseducar esas construcciones del machismo y tratar de entender cómo es que estos estereotipos modelan las conductas que a veces son violentas”, señala la directora.
El trabajo de la artista
La producción de Minerva Ayón se integra por una serie de reflexiones sobre los estereotipos que existen del cuerpo y el deseo femenino, de ahí se cuestiona la pertinencia de un discurso que se centra en la diferencia de género, al existir una diversidad de sexualidades que responden a la propia pulsión del éxtasis como un principio de vida y de “ser cuerpo”.
Su investigación se inscribe en los movimientos de la segunda ola feminista, cuya consigna,“lo personal es político”, apelaba a la igualdad de géneros y la eliminación de la discriminación mediante la enunciación del ámbito privado como una cuestión política que discutía las diferencias entre lo masculino y lo femenino como una construcción cultural.
Minerva Ayón vive y trabaja en Cuernavaca, Morelos. Estudió la licenciatura en Artes Visuales en el Centro Morelense de las Artes (CMA), graduándose con honores. Asimismo, estudió la Maestría en Artes Visuales en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 2014, realizó una estancia de investigación en Concordia University en Montreal, continuando con su investigación artística en Vital Signs en la Universidad de Pensilvania y Magic in the Middle Ages en la Universidad de Barcelona, ambas Online. Ha realizado diversas exposiciones individuales entre las que destacan La Diosa Rabiosa, Museo Jardín Borda, Cuernavaca, y Bing Bang/Bushy business, WSW Rosendale, Kingston, NY, entre otras.