Un equipo de investigadores de Facebook está trabajando en una rama de la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) conocida como “aprendizaje profundo”, para hacer una mejor lectura del verdadero significado del contenido que publican los usuarios.
Este software de “aprendizaje profundo” utiliza un algoritmo que es capaz de simular la actividad de las redes neuronales del cerebro humano para procesar datos.
Según reportó MIT Technology Review, si el equipo AI –como se le conoce internamente– que está a cargo del proyecto logra aplicar este método a la información compartida en Facebook, la red social podría implementar características novedosas en la plataforma, además de potenciar la publicidad dirigida de la compañía.
El director de tecnología de Facebook, Mike Schroepfer, afirma que la red social necesita mejorar la forma en la que se eligen las actualizaciones de status (o estado), dado a que cada vez crece más el volumen de datos generados por sus usuarios y a los cambios en el uso de Facebook.
Actualmente la empresa utiliza técnicas convencionales de aprendizaje automático, que filtran de las mil 500 actualizaciones de estado que podría ver el usuario promedio, a 30 o 60 actualizaciones que se consideren de mayor interés.
“Cada vez hay más datos, las personas hacen más amigos y, con la llegada de lo móvil, están conectados con mayor frecuencia”, explicó Mike Schroepfer a MIT Technology Review.
“No veo mi Feed de noticias una vez al final del día; constantemente saco mi teléfono mientras estoy esperando a un amigo o estoy en la cafetería. Tenemos cinco minutos para hacerte feliz”, agregó.
A decir de Shroepfer, el “aprendizaje profundo” también se podría utilizar para ayudar a los usuarios a organizar sus fotos o a elegir cuál es la mejor para que se comparta en Facebook.
Google es otro gigante de la Red que ya probó con la técnica de “aprendizaje profundo”.En junio del 2012, este simulador del cerebro identificó los rostros de gatos en videos de YouTube como una de las búsquedas más populares de Internet. Esto, pese a que el sistema no fue dotado de información para reconocer las características de los felinos.