Exacerbado, de mirada locuaz, entallado en un traje de raya de gis, se mostró tal y como es Peter Greenaway.
El realizador independiente presenta este viernes “Eisenstein en Guanajuato”, película que filmó en México, recopilando los años en los que el artista fílmico soviético Serguéi Eisenstein estuvo en el país.
Junto al director estuvo Elmer Bäck, actor finlandés que encarna a Eisenstein, y toma las vestiduras del cineasta que sentó las bases del montaje en la industria del cine internacional.
“Si lo piensas, la película es acerca de la filmación, es muy autorreflexiva, constantemente vuelves a pensar ‘Ahh estoy viendo una película’, esta no es necesariamente un fragmento de vida, no es una ventana en la pared, es una cinta, como cualquier otra, como las de él (Eisenstein). Y yo hago filmes deliberadamente para que todos estén seguros de que están viendo eso, una película”, expresó efusivo el galés.
‘Yo te miento a ti’
La óptica que maneja Greenaway ante el cine es una perspectiva en la que él cree que a través del recurso cinematográfico, se logra la mentira que se convierte en verdad.
“Siempre he tenido esta ambición de que el cine es un medio muy artificial, como la historia, aunque esto no sea historia, si hay historiadores, y la mayoría mienten, así que yo te miento a ti, pero también te digo la verdad, es un poco como Shakespeare”, respondió irónico.
Además explicó que el pensador romano Horacio decía que “una obra de arte tiene que ser entretenida pero aparte debe de instruir algo. Si es solo entretenimiento la gente se distraerá y nadie la recordará y si solo es educacional será polémica y aburrida y nadie la verá, por eso es importante un balance entre ambas, eso es algo que siempre trato de tener en mente cuando hago mis filmes”.
‘El mejor cineasta que hemos tenido’
Greenaway defendió el trabajo del director ruso, comentando que cree que “Eisenstein es el mejor cineasta que hemos tenido, trabajó siempre de manera vanguardista en 1920 y en su cine, cualquiera que haya sido… no creo que todavía haya alguien que sepa qué tipo de cine hizo, pero sigue siendo actual inclusive con la tecnología que tenemos ahora”.
El británico también apoyó la moción de que el cine digital es la nueva apuesta en la industria fílmica, “el celuloide se ha ido, aparte de algunos estúpidos como Tarantino, ahora en esta era digital debemos hacer productos que se adecuen al lenguaje moderno que poseemos”.
Afirmó que “si Eisenstein estuviera vivo ahora, estaría trabajando en hologramas, era un cineasta radical que usaba el lenguaje de su tiempo, así que nosotros deberíamos también”.
Entrando en los ropajes del cineasta
Contrario al temperamento extrovertido de Greenaway, Elmer Bäck se mostró tímido y sonriente al cuestionarle cómo es que se adentró a la interpretación del cineasta ruso, ya que fue una persona de la vida real y no un personaje de ficción.
“Algo que me sirvió fue que antes de tener el guión, yo ya sabía mucho del hombre, así que al leer el guión encontré un sentimiento fuerte porque ya estaba bastante vivo el personaje en mi para entonces, hice mucha investigación, leí tres biografías, vi algunas cintas que se filmaron de él, vi todas sus películas, por supuesto, y estudié la historia de la Unión Soviética en ese momento”, se sinceró.
Bäck se dejó llevar por la intuición y simplemente realizó el papel “hablé con Peter acerca de eso, y creo que ambos teníamos la misma idea acerca del personaje así que llegó de manera natural”.
Eisenstein humanizado
Peter Greenaway defiende su película ante las quejas de los rusos. “Me dicen: ‘¿Por qué hacer un filme de Eisenstein fuera de Rusia?’, pero es que es mucho más interesante cuando se sale de tu país y puedes mirar atrás con un mejor sentido de perspectiva”, agregó el realizador.
Las tres últimas películas que Eisenstein realizó son, en opinión de Greenaway, “acerca de individuos muy emocionales, y la razón de eso, de esa división (en su cine), es debido a los tres años que pasó lejos de su país y al choque cultural que tuvo cuando llegó aquí, de algún modo curioso, eso lo humanizó”.
Va por la trilogía
Greenaway admitió que “Eisenstein en Guanajuato” es solo el inicio de una trilogía, “las vamos a hacer solo por él”, dijo apuntando al histrión Elmer Bäck, quien replicó con una sonrisa.
“Es endemoniadamente brillante en esta cinta, así que me puse a escribir dos guiones más, en donde él va al primer festival de cine en el mundo, que fue en Suiza en 1929, y luego como llegará hasta Hollywood, ya que Stalin quiere que aprenda la técnica en las películas con sonido (…). La segunda cinta de la trilogía se llamará simplemente ‘Eisenstein en Hollywood’”, enunció el cineasta antes de terminar la entrevista.
Un ojo a Greenaway
Parte de la filmografía del director británico:
> El vientre del arquitecto (1987)
> El Cocinero, el Ladrón, su Esposa y su Amante (1989)
> Los Libros de Próspero (1991)
> M Is for Man, Music, Mozart (1991)
> El libro de cabecera (1996)