Hombres que se ‘embarazan’

El embarazo lo vive tanto la mujer como el hombre. No solo por el hecho de que el hombre acompaña a su pareja durante las 40 semanas, sino porque también aquellos que serán papás experimentan los síntomas físicos y psicológicos relacionados con la gestación. 

Náuseas, dolor abdominal, dolor de espalda, antojos, cambios de humor, depresión prenatal y hasta el crecimiento del abdomen y los senos son algunos de los síntomas que caracterizan el llamado “síndrome de Couvade”.  

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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El embarazo lo vive tanto la mujer como el hombre. No solo por el hecho de que el hombre acompaña a su pareja durante las 40 semanas, sino porque también aquellos que serán papás experimentan los síntomas físicos y psicológicos relacionados con la gestación. 

Náuseas, dolor abdominal, dolor de espalda, antojos, cambios de humor, depresión prenatal y hasta el crecimiento del abdomen y los senos son algunos de los síntomas que caracterizan el llamado “síndrome de Couvade”.  

Se trata de un “fenómeno global que ocurre en países industrializados (…)” y “afecta a papas biológicos, particularmente durante el primer y tercer trimestre de embarazo con el cese de los síntomas después del nacimiento”, señala un estudio de la City University de Londres.

Uno de los autores, Arthur Brennan, docente de psicología, métodos de investigación y estadística de la Universidad Kingston, escribe en The Conversation que el síndrome de Couvade no se reconoce como un trastorno físico o mental médico. Pero “estos síntomas pueden significar una identificación empática con su pareja embarazada y con el feto del hombre, pero el también podría ser una resolución de pensamientos inconscientes que puedan amenazar a los dos”. 

Brennan explica que se han propuesto varias teorías para explicar el síndrome de Couvade. 

Desde el punto de vista psicoanalítico, podría ser una “consecuencia de la envidia que el hombre siente hacia la capacidad procreadora de la mujer o la rivalidad fetal”, indica el estudio, cuyos resultados fueron publicados en 2007 en Journal of Reproductive and Infant Psychology.

Con rivalidad fetal, Brennan se refiere al hecho de que el futuro papá del bebé puede interpretar al feto como un rival a quien será desviada la atención materna.

“Esta interpretación podría sugerir que el síndrome tiene una función protectora para el hombre porque le permite identificarse con su pareja embarazada y fortalece sus instintos protectores hacia ella y el bebé”. 

Otras teorías psicosociales plantean que esta manifestación de síntomas ocurre por la marginación del hombre durante el embarazo de la mujer y como parte de una crisis de transición a la paternidad.

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