Hombres ‘vellos’
Las ventas de los rastrillos van a la baja, de hecho los famosos Gillette, de Procter & Gamble, registraron un descenso considerable del 2012 a la fecha. A pesar de que a inicios del año pasado las ventas tuvieron un pequeño aumento del 6 por ciento.
Es el mismo caso de los rastrillos Schick, de Energizer, cuyas ventas bajaron en los países desarrollados hasta 10 por ciento. Energizer alega que la razón es que Procter & Gamble bajó sus precios.
María Alesandra PámanesLas ventas de los rastrillos van a la baja, de hecho los famosos Gillette, de Procter & Gamble, registraron un descenso considerable del 2012 a la fecha. A pesar de que a inicios del año pasado las ventas tuvieron un pequeño aumento del 6 por ciento.
Es el mismo caso de los rastrillos Schick, de Energizer, cuyas ventas bajaron en los países desarrollados hasta 10 por ciento. Energizer alega que la razón es que Procter & Gamble bajó sus precios.
Sin embargo, Euromonitor Internacional –empresa que hace estudios y análisis de mercado– dice que la causa de este fenómeno se puede deber a la tendencia de no rasurarse la barba.
En todo el mundo, la barba se ha vuelto un accesorio, por lo que las hojas de afeitar ya no son necesarias. Contrario a lo que sucede con la industria de las maquinas para afeitarse, las cuales solo recortan y hasta delinean el vello facial.
Las ventas de productos como rastrillos, cremas, aftershaves y maquinas de afeitar todavía dominan el mercado del cuidado de los hombres con el 70 por ciento, pero, dadas las estadísticas, se cree que pronto perderán este dominio por primera vez en la historia.
Para contrarrestar esto, las compañías están innovando y para ello lanzarán otro tipo de productos, tales como colorantes para la barba, acondicionadores y cremas para estilizar el vello facial, parecidas a las cremas para peinar el cabello.
Otro ejemplo es el Gillette Fusion ProGlide Styler, un rastrillo que funciona con baterías, al igual que una maquina para estilizar la barba, pero también como una hoja para afeitar el vello, como los rastrillos convencionales.
La moda de tener un aspecto desaliñado no es nueva, ha ido cobrando fuerza con los años. Basta recordar que hasta los años 70, los hombres no podían acudir a una oficina sin haberse rasurado.
Además, artistas y otras figuras públicas han optado por looks más informales, con la 5 o’clock shadow (barba poco crecida) y ropa casual, sumándose a esta tendencia.