Comer orgánico es costoso. Y más aún cuando se trata de comprar alimentos que forman parte de la dieta diaria de muchas personas, como el huevo.
Quizá la solución está en introducir en el mercado alternativas de alimentos que no solo sean más saludables –y sustentables–, sino que también sean accesibles para todos.
Y esto es precisamente lo que ofrece la compañía de tecnología Hampton Creek, cuyo equipo de trabajo tiene muy en claro que la solución de este problema significa que “la buena comida debe ser accesible para todos, no solo para quienes tienen los medios para obtenerla”, señala el sitio Web de la empresa, con sede en San Francisco, California.
Hampton Creek comenzó su proyecto con un “huevo” a base de plantas –que sabe a huevo y produce una sustancia similar al mismo al combinarse con otros ingredientes– que, entre sus ventajas, no tiene colesterol, contiene más proteína y es más económico que el huevo de gallina convencional.
Además, no ha pasado por un sistema de producción intensiva de animales para el consumo humano que es nocivo tanto para el bienestar animal, como para el de las personas y el medioambiente.
“Construimos una compañía alrededor de la idea de que existen 400 mil especies de plantas en el mundo”, dijo Josh Tetrick a TIME, quien es fundador y CEO de Hampton Creek. “Sorprendentemente, el 92 por ciento de éstas no se han explorado para una forma de hacer alimentos”.
Las propiedades bioquímicas de estas miles de especies fueron analizadas por científicos para crear esta alternativa sustentable y segura del huevo de gallina común.
Otros productos de la compañía que llegaron al mercado son la mayonesa sin huevo bajo la marca “Just Mayo”, y la galleta “Just Cookie”, la cual es hipoalergénica, libre de colesterol y lácteos, amigable con el medio ambiente, y con el bolsillo.