Es importante combatir el desprecio al otro

Para el antropólogo francés Philippe Descola, las ciencias son ejemplo de lo que se logra al dejar las barreras a un lado; también aboga por cambiar el modelo económico que transforma el medio ambiente en un basurero
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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En el planeta se están viviendo situaciones muy complicadas. Problemas sociales, económicos y culturales están dividiendo a la población mundial, haciendo que se enfrenten naciones por falta de entendimiento, por lo que para el antropólogo francés Philippe Descola, miembro del Collège de France, la ciencia tendría que ser un ejemplo de lo que se logra al dejar las barreras a un lado.

“Estoy a favor, desde hace mucho tiempo, de que se enseñe antropología en las secundarias, por ejemplo, para que los alumnos puedan entender la variedad de las formas de enfrentar eventos de la vida cotidiana, como el nacimiento, el casamiento, el amor, la muerte, el odio, todo eso que conocemos y que tiene formas y variaciones muy distintas, según las culturas”
Philippe DescolaAntropólogo

“Eso les permitiría a los alumnos entender que no hay un punto de vista superior al de los demás, sino que hay varias fórmulas que forman sistemas de vivir la condición humana, y por eso me parece que es una ciencia radicalmente importante para combatir el desprecio al otro y entender lo que es vivir en una sociedad multicultural”, explica Descola, en entrevista con Reporte Índigo.

Además, señala que la antropología es comparativa en general en el sentido de que examina a todos los sistemas, instituciones, usos y costumbres que se encuentran en el mundo para tratar de entender cómo se articulan entre sí a través de diferentes procesos y formas.

“Son formas que tratan de evitar una posición de dominación del observador en relación con lo que observa y se utilizan varios medios para omitir esa posición de dominación y de esos medios, y los resultados pueden calificarse hasta de filosóficos”, indica el antropólogo francés.

También reconoce que es muy difícil hacer una comparación simétrica, por lo que recomienda buscar la simetrización, debido a que el sistema de conocimiento que se ha desarrollado progresivamente en el mundo europeo a partir del Siglo XVII es un sistema muy especial. La simetría implica tomar en cuenta aspectos de la cultura que se está tratando de entender para no tener una posición de dominación conceptual, política y colonialista.

Philippe Descola pone en tela de juicio la idea de que haya una separación nítida entre cultura y naturaleza

La naturaleza también es cultura

Uno de los resultados del trabajo de investigación de Philippe Descola fue poner en tela de juicio la idea de que existe una separación nítida entre cultura y naturaleza, que es un pensamiento que surgió en Europa en el Siglo XVII y que se fue utilizando, en particular, en las ciencias sociales.

“Todo mi trabajo teórico antropológico comparativo, desde hace unos 20 años, ha sido para entender las distintas formas de relación entre humanos y no humanos en distintas formas. Es una manera de combatir el antropocentrismo que da como resultado lo que estamos observando, los resultados fatales del calentamiento global”, comenta el académico.

Descola afirma que la antropología es una ciencia que requiere de procedimientos rigurosos de comparación, pero al mismo tiempo lleva un mensaje para el porvenir, en el sentido de que permite vislumbrar un futuro en el cual el mundo actual sería muy distinto del qué es, porque podría tomar provecho de las distintas aportaciones que han realizado otras culturas del mundo en su relación con el entorno.

El antropólogo recuerda que lo que más le llamó la atención de México, cuando lo conoció, fue su gran diversidad, que se encuentra en Europa de pasar de un país a otro, pero en México la diversidad es interna y extraordinaria

“Lo que espero es que esa diversidad no desaparezca, es un país que a pesar de los problemas por la violencia, todo parece ser posible, hay una fluidez en las poblaciones sociales que me llamó la atención”, reconoce el miembro del Collège de France.

Descola opina que para lograr una sinergia entre naturaleza y cultura, primero se debe de dejar de pensar en términos de naturaleza, ya que es un concepto muy abstracto. “Cada día estamos en contacto con una cantidad de no humanos, inclusive adentro de nosotros mismos, porque ya sabemos que estamos compuestos de millares de animalitos que nos hacen lo que somos y entonces estar siempre atentos de que estas interacciones con el resto del mundo y cualquiera de nuestras acciones tendrá resultados que en ciertos casos pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente. Es una cuestión de conciencia permanente”, asegura.

La esperanzada del cambio

Para Philippe Descola, el nuevo gobierno que entrará en turno el próximo primero de diciembre en el país, le parece un cambio muy importante en la trayectoria política de México.

Por lo que espera que dé resultados en el sentido de que permita resolver algunos de los problemas más graves como la desigualdad y la pobreza.

Para lograr eso, dice, es necesario realizar un buen uso del medio ambiente que no comprometa la sobreviviencia de las generaciones futuras.

“La política de medio ambiente no deber ser la política de una secretaría o ministerio, sino la de todo un gobierno, un compromiso global. No sólo es proteger las plantas, es cambiar el modelo económico que transforma el medio ambiente en un basurero”, asevera el investigador francés.

Para él, la antropología no es el único camino que puede llevar al hombre a entender su entorno, pero sí ofrece la seguridad de poder lograrlo.

Aprender a observar

Actualmente, existe en un convenio entre el Collège de France y El Colegio Nacional, dos instituciones muy parecidas que reúnen profesores eminentes en diferentes materias para dar cursos gratuitos.

Gracias a ello, Philippe Descola impartirá hoy, a las 19:00 horas, en El Colegio Nacional, la conferencia Comparando regímenes comparativos, coordinada por la doctora Linda Rosa Manzanillo, y que hablará sobre que la comparación antropológica no se apoya en la generalización inductiva de particularidades etnográficas; se basa sobre generalizaciones deductivas, es decir sobre la detección en un cierto número de casos etnográficos de rasgos que pueden ser ordenados según unas hipótesis generales a propósito de la vida social.

Comparando en este sentido adquiere una legitimidad solamente si se busca la simetría, si uno trata de rendir comparable en pie de igualdad los rasgos culturales del observador y los de los observados.

Existen varias maneras de hacerlo, cada una con profundas implicaciones filosóficas.

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