El 95 por ciento de las personas está consciente que automedicarse conlleva riesgos para la salud; sin embargo, el 86 por ciento de los mexicanos recurre a tomar medicamento sin prescripción médica, así lo reveló Doctoralia en su estudio La Automedicación en México 2019, el cual indica que esta práctica ha sido una alternativa para aliviar los malestares de los encuestados de manera eficiente.
En el marco de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, Doctoralia realizó una encuesta a más de mil mexicanos de entre 18 y 64 años. Los datos arrojaron que el 81 por ciento del total de encuestados cuenta con medicamentos básicos en casa para atender enfermedades como el dolor de cabeza, resfriado común, dolor de estómago, de garganta y tos, administrando de manera recurrente antigripales, analgésicos, antiinflamatorios y antidiarreicos.
Según profesionales de la salud, tan sólo durante el último año, el 65 por ciento ha detectado un incremento entre el 25 y 50 por ciento en el número de pacientes con dolencias a causa de la automedicación, lo que para los especialistas representa graves riesgos.
La efectividad de los medicamentos obedece al uso correcto de los mismos, por lo que es necesario que se consulte a un especialista para que el medicamento surta efecto, pues cada paciente es distinto, y su cuerpo tiene necesidades diferentes
“Por ello, debe ser un especialista quien haga un diagnóstico preciso y defina las pautas de medicación que mejor se adecuen a las condiciones de salud y las necesidades de cada personas”, comentó Edgar Esparza, médico internista de la Plataforma.
Entre las razones por las cuales los mexicanos se administran medicamentos, destaca que el 59 por ciento de la población ya ha sentido el mismo malestar antes y conocen el medicamento que lo combate; el 42 por ciento lo hace porque su malestar no es tan fuerte como para visitar a un especialista; y el 21 por ciento porque es muy caro visitar a un médico especializado.
El 94 por ciento de los especialistas cree que, con la llegada del Internet y el acceso a la información, los pacientes se automedican más, por lo que se vuelve fundamental establecer nuevas estrategias de medicación por parte de los especialistas.
