A Sean Parker se le hizo fácil. El multimillonario de Silicon Valley que puso de cabeza a la industria de la música con Napster, decidió gastar 10 millones de dólares para tener una boda de ensueño.
Para ello, rentó un pedazo de bosque en California. No solo eso, decidió modificar el ecosistema: presuntamente, construyó una casa de campo, falsas ruinas, estanques artificiales y una pista de baile especial para su boda con la cantante Alexandra Lenas.
Como las obras de construcción no se realizaron con los permisos correspondientes, la Comisión Costera de California decidió multarlo por 2.5 millones de dólares.
Parker es conocido por sus excesos. La prensa estadounidense gastó litros de tinta la década anterior para documentar las fiestas –como un tipo Gatsby del nuevo milenio– que organizó, estilo de vida que quedó plasmado a la perfección con la personificación que hizo Justin Timberlake en la película “The Social Network” de David Fincher.
El periodista Alexis Madrigal, de The Atlantic, condensó el sentimiento general que provocó la boda de Parker, sobre todo en una época económicamente difícil en Estados Unidos.
“(…) por supuesto, esto también es parte de la nueva parábola de Silicon Valley: sueña en grande, privatiza lo anteriormente público, no prestes atención a las reglas, crea imprudentemente, disfruta sin pudor, invoca la magia y después págale a todo el mundo”.
Aunque Parker también tiene un buen corazón. Su fortuna asciende a 2.1 mil millones de dólares y, según algunos medios, a los asistentes adinerados de su boda les pidió que hicieran donaciones a organizaciones benéficas de conservación de la naturaleza.