La melodía torrencial: El corto mexicano que va contra viento y marea
El cineasta torreonense José Luis Saturno compite en el Animafest Zagreb, festival de cortometrajes de animación en Croacia, con su producción La melodía torrencial, que autofinanció y tardó 11 años en poder producir, debido a que no contó con ningún fondo público para realizarlo; además, destaca que esta es la única producción mexicana en competir en dicha muestra europea
Hidalgo NeiraEn 2011, en Bari, Italia, cuando el director José Luis Saturno escuchó al compositor Robin Servant tocar acordes de ejercicio con su acordeón, el realizador de animación tuvo una epifanía, de él brotaron las palabras para componer un poema, que sabía que convertiría en cortometraje.
En ese entonces Saturno presentaba El mimo y la mariposa negra, su segundo cortometraje, y comenzó a tocar las puertas de instituciones, fideicomisos y estímulos fiscales en México, pero nadie le quiso ayudar con su proyecto.
El director radicado en Montreal, Canadá, y originario de Torreón, Coahuila, estaba decidido a hacer su poema hecho realidad a través de la animación, por lo que ahorró exhaustivamente y conforme pasaban los años iba construyendo poco a poco lo que necesitaba para su cortometraje. Le tomó en total 11 años el tener terminado su proyecto fílmico, ahora titulado La melodía torrencial.
“Cada año yo decía ‘este es el año de hacer tal escenario o de construir la cabeza del personaje, o sus manos o su cuerpo o la estructura interna’, y así lo fui llevando, paso a paso, incluso, hay momentos que me cuesta recordar en qué año se hizo una cosa u otra, porque ha pasado tanto tiempo”, describe Saturno.
La melodía torrencial se encuentra compitiendo ahora mismo en el Animafest en Zagreb, Croacia, que concluye el 11 de junio. La pieza destaca por ser la única producción mexicana que se encuentra participando en este festival; además, cuenta con la voz del actor de doblaje Gabriel Chávez, quien es ampliamente reconocido por personificar al Sr. Burns en español latino.
“De las experiencias más gratas ha sido trabajar con él, es una persona encantadora, se que siempre hace villanos, pero no tiene nada que ver con su persona, es un sujeto muy talentoso y con un espectro vocal muy amplio”, agrega en director, en videollamada con Reporte Indigo.
El cortometraje describe la llegada de Fluvio a un agreste poblado en donde no ha llovido en bastante tiempo, y él, con su acordeón, cual flautista de Hamelín, invoca a la tormenta, que es deseada por todos los lugareños.
Después de estar en Croacia, La melodía torrencial podría llegar a festivales mexicanos en la segunda mitad de 2022, calcula Saturno.
Esta producción independiente se hizo con un valor estimado de 100 mil dólares canadienses, mismos que obtuvo ahorrando al trabajar en el área de traducción y subtitulaje para una compañía de streaming.
Produciendo La melodía torrencial en el confinamiento
Lo más tardado para Saturno fue, primero, tener todos los elementos físicos que aparecerían a cuadro en La melodía torrencial, además de la voz de Chávez que se grabó en 2017, en Torreón, en un solo día de producción; una vez resuelto esto, comenzaba el proceso de animación, que sucedió previo a la crisis sanitaria, en la casa de Sylve Trouvé, animadora canadiense que el realizador quería para su proyecto.
“Hubo algunas ventajas de la pandemia, porque habíamos acomodado todo para trabajar desde su casa, cuando llegó el confinamiento pudimos continuar. Ella en ese momento tenía un bebé de dos años y una niña de nueve, por eso trabajamos así, dando prioridad a los niños, e hicimos un estudio en el sótano”, comparte el director.
Afortunadamente para el director, Trouvé había estado ocupada en otros proyectos antes de 2019, fue entonces que los tiempos pandémicos resultaron favorables para ambos, teniendo un ambiente controlado en la propia casa de la animadora para así concentrar los esfuerzos sólo en La melodía torrencial.
“Irónicamente, nos estábamos preparando para la pandemia sin quererlo, porque las primeras grabaciones fueron en 2019, y luego en 2020, para terminar el 2021 haciendo la postproducción”, agrega Saturno.
Nuevo modelo fílmico
El torreonense está consciente de que los apoyos fílmicos otorgados por el Estado mexicano son insuficientes para poder sostener a decenas de cineastas que buscan hacer sus proyectos, pero más que pensar que haya favoritismos o que estos fondos se queden entre solo unos cuantos realizadores, mejor piensa en una estrategia distinta para que se logren los subsidios a cineastas.
“No es un sistema fallido, sin embargo, más que apelar a pedir más fondos, porque el cine es una industria cara, no hay fondos que alcancen para todos, lo que creo que ha faltado es crear mecanismos fiscales para estimular y facilitar la producción independiente”, observa el creativo.
Lo que apunta Saturno es que en lugar de que el Instituto Mexicano de Cinematografía centralice los recursos en EFICINE y FOCINE, y se haga un cuello de botella, los creadores deberían poder acudir personalmente a las empresas que estén interesadas en otorgar estímulos fiscales a través de sus impuestos, para tener una inversión para sus proyectos artísticos.
“Es estimular las inversiones autosustentables, eso es a largo plazo. No nada más ir con una empresa y que te patrocine, sino ir con un industrial y proponérselo como una inversión, decirle ‘oye, si me apoyas, fiscalmente, te da una ventaja y la idea es que el proyecto llegue y se venda a X o Y mercados y obtengamos de regreso la inversión’, si es posible, porque Estados Unidos y Canadá lo logran y nosotros no”, comparte el cineasta.