‘La migración, un derecho universal’

Con la puesta en escena Los caminantes, Verónica Musalem busca reflexionar sobre la violencia que obliga a familias completas a desplazarse de sus lugares de origen; la historia se desarrolla en la Sierra Madre del Sur, en Oaxaca, entre la ficción y la realidad
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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La directora y dramaturga Verónica Musalem es de Juchitán, del Istmo de Tehuantepec, pero creció visitando constantemente la sierra con sus tíos y abuelos. Recuerda esos grandes paisajes llenos de vegetación, alucinantes, mágicos, surreales e inspiradores; con mucha cultura y tradición. Toda esa cosmogonía la tomó para crear una trilogía de obras de teatro: Los maromeros, Los caminantes y Los errantes o ese amor.

“Escribí la trilogía entre 2013 y 2015 con la beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte y está compuesta por obras donde el imaginario más poderoso es la Sierra oaxaqueña, como personaje, este lugar donde los pobladores se van por medio de la migración, huyen por la pobreza, pero lo pongo en un mundo muy apocalíptico, devastado, que tampoco es muy alejado de lo que pasa en México”, asegura Musalem.

La dramaturga estrenará Los caminantes en el Foro Bellescene, en la Ciudad de México, el 7 de febrero, pieza con la que festeja 26 años de trayectoria artística.

El espacio escénico es nuevo, está en la colonia Narvarte, es un lugar muy extremo, como un pequeño búnker, con pasarela en medio, parece un submarino.

“La obra habla de dos personajes, Román y Ernesto, que se van de un lugar. Son dos jóvenes indígenas que salen a cazar un venado, pero uno de ellos es picado por un alacrán y cae en delirio toda la noche. Al amanecer, el muchacho anuncia una nueva conquista, dice que vienen unos conquistadores”, cuenta la directora

Esa parte de la trama es una alegoría y un guiño a la Conquista de México para señalar que no ha pasado mucho en estos poblados, desde entonces, porque la situación no ha cambiado actualmente.

En escena también aparece una mujer que viene huyendo de la frontera sur y dos sicarios sin escrúpulos que enloquecen en la sierra. Es una obra apocalíptica y futurista que se desarrolla en paisajes hermosos.

A través del texto, Musalem busca que el espectador reflexione sobre el amor, el odio y la caída de un país. Dice que su pieza es muy poética, pero realista, que invita a preguntarse ¿dónde vivimos? y ¿por qué hay tanta violencia?, cuestionamientos que, sabe, no tienen una sola respuesta

Otro personaje importante dentro de la trama es el venado, lo curioso es que nunca aparece en el escenario, sólo se habla de él, de que salen a cazarlo, pero al final no lo hacen, porque ya no quieren seguir matando, hasta los sicarios están cansados de la violencia.

La mujer que huye se llama Anabela, es una exbailarina que está llena de tatuajes de tarántulas, por lo que el artista plástico Marcos Vargas hizo una instalación que es un vestido que se convierte en telaraña.

La obra de teatro de Verónica Musalem, en palabras de la artista Lydia Margules, que contribuye en este montaje con el diseño de escena, es “una traducción de los universos interiores de los personajes, mismos que se encuentran en el límite de sus propios trayectos de vida. Universos oníricos, donde se hace presente la magia, que conforman un mundo misterioso construido en la frontera de lo finito”.

Nunca dejan de caminar

“Por eso estamos acá, huyendo de los caminos en donde, desde hace mucho, ya nadie camina, ya nadie va, porque ya no son lugares seguros para nadie”, se puede leer en el guión de Musalem.

Y es que para ella, es importante hablar de todos aquellos lugares increíbles que se han ido despoblando por la violencia

“Ahora, cuando vas a la Sierra de Oaxaca, fuera de los circuitos turísticos, hay una gran cantidad de desolación por problemas de delincuencia y de drogas. Son lugares muy alejados de todos. Eso lo reflejo en la obra y lo llamo ‘western teatro’, por la atmósfera”, dice.

Los caminantes busca hacer visible ese problema y peguntarse por qué está pasando toda esa descomposición social que fuerza a las personas a emprender viajes sin rumbo.

El panorama que muestra el montaje es universal, ya que la migración puede suceder en cualquier parte del mundo.

“Hay una imagen en el segundo cuadro importante de la obra donde los personajes están como en una peregrinación, que es una mirada a todos estos que caminan y que ya no saben a dónde ir.

“Son muy fuertes las reacciones que se tienen, porque la gente juzga, pero la migración es un derecho universal, yo estoy a favor del movimiento y sobre todo de dejar de criticar que se muevan familias completas con hijos”, comenta la artista.

El elenco de la obra lo conforma Genny Galeano, Luis Ernesto Verdín, Javier Sánchez, David Sicars y Luis Villalobos. La composición y música en vivo es de Alejandro Andonaegui. La producción general es de Musa-Colibrí-Producción y Producción Escénica S.E. en coproducción con la Universidad Autónoma Metropolitana.

Los caminantes, una obra violenta, pero a la vez llena de magia, que contará con música en vivo y en donde la naturaleza es un personaje más que enloquece y cuestiona las creencias del resto de los protagonistas, se llevará a cabo los jueves y viernes, a las 20:30 horas, en el Foro Bellescene
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