La oferta fílmica saturada de estrenos de verano hollywoodenses desplaza a títulos menos comerciales que muchas veces no se pueden ver en salas, pero hay festivales independientes que hacen lo posible por rescatar al cine actual de otros países y traerlo a México.
Por segundo año consecutivo el Festival Black Canvas logra este propósito con un presupuesto forzado de apenas 250 mil pesos y que además cuenta con la infraestructura de la Universidad de la Comunicación para traer 120 películas de 51 países distintos
“La idea es brindar al cinéfilo una posibilidad de encontrar un panorama muy diverso en donde se relaciona el cine de autor, el cine vanguardista, que tiene búsquedas más personales y que tal vez no encasilla sus discursos narrativos en formas que estamos acostumbrados a ver en el cine”, comparte Claudio Zilleruelo Acra, director artístico de la muestra
Black Canvas se realizará del 21 al 26 de agosto y tendrá como sedes oficiales la Cineteca Nacional, Cinemex, el Instituto Francés de América Latina y la misma Universidad de la Comunicación.
El mundo que siente
Desde su primera convocatoria el año pasado Zilleruelo notó un eje central en la mayoría de las producciones que entraron en la convocatoria de Black Canvas, los realizadores buscan hacer manifestaciones universales de lo que aqueja al mundo.
“Como seres humanos tenemos preocupaciones similares, que no importa si tú estás en México o en Oceanía o África y creo que esos son los temas”, dice.