Ubicada en una casona del siglo XIX de la Colonia Roma, la galería La Silvestre Atelier abre sus puertas con la intención de convertirse en un referente sobre realismo en México, incentivando el intercambio, la participación y el diálogo con cada exposición.
“En septiembre decidimos unos amigos y yo abrir una galería y darle espacio a las artes plásticas como tales, porque el arte conceptual y contemporáneo han venido a ocupar los espacios que antes le correspondían”, explica, en entrevista, Marco Zamudio, director del nuevo recinto cultural.
El también pintor, grabador y dibujante asegura que la nueva galería busca ser una plataforma para la creación de colecciones de arte.
“Asumí la dirección del espacio porque, además de querer rescatar la exhibición de artes como pintura, dibujo, grabado y escultura, queremos abrir la demanda de este tipo de obra, acercando al coleccionista al trabajo de creadores, con diversos grados de trayectoria, pero todos reconocidos por su alta calidad”, indica.
El pintor señala que buscan coleccionistas que no sólo quieran comprar la obra y guardarla para ellos, sino que estén dispuestos a compartirla.
“Nos interesa y apostamos al cultivo, a la cosecha de una cultura que ya casi no hay, la de la observación de una obra como tal; eso tiene mucho el arte tradicional, te paras frente a ella y no hay más que la contemplación y a partir de ésta, surgen todas las reflexiones que te pueda otorgar la obra, a veces pasa, a veces no, ese es el sentido del arte mismo”
En cada exposición, se realizarán actividades que fomenten el intercambio artístico, no sólo ofreciendo conversatorios sobre arte, sino tertulias literarias o escénicas.
La casona en donde está la galería es una obra de arte en sí misma, ya que cuenta con muros altos y paredes muy grandes, lo que permitió adecuar la línea que perseguirá el espacio, que es prácticamente todo figurativo, dibujos, pinturas, esculturas, grabado y también un poco de arte digital, pero basado en lo que es el dibujo tradicional, el de oficio.
“Si bien la galería pondrá énfasis en lo figurativo, tendrán cabida el arte abstracto y contemporáneo, la única premisa para su exhibición es que la obra logre generar en el espectador un sentimiento, es decir, que no se requiera de una explicación para que cualquiera lo pueda entender”, enfatiza el director.
Hasta el momento, el lugar ha contado con dos exposiciones; primero, en julio, fue una para amigos, para empezar a calentar motores y en septiembre, ya que abrió, estuvo una muestra que se tituló Los silvestres del arte, la cual reunió 100 obras de 30 artistas.
El hiperrealismo de Víctor Rodríguez y Marielle García; el realismo de César Moya, Javier Avilés, Andrés Alarcón, Darío Ortíz, Diego Narváez, Cesar Córdova, Haniel Fonseca, Marco Zamudio y Paola Zappa; el realismo fantástico de Juan Reyes Haro; el dibujo de Eivar Moya o Gabriela Muñoz; la escultura de Alberto Estrada, Edgar Castrejón, Eduardo Estrada; el paisajismo de Guillermina Zenteno; la abstracción de Javier Arévalo, Lorena Fernández Abuchaibe o Efraín Espino; el expresionismo pop de Iván Madrigal; el arte contemporáneo de Francisco Esnayra; son algunos de los artistas que conforman la exhibición.
La Silvestre Atelier es una galería a puerta cerrada, pero cualquiera que haga una cita puede visitarla. Los interesados deben mandar un mail a lasilvestre@gmail.com, incluso, a este correo los artistas pueden enviar sus proyectos.
Recintos secuestrados
Para Zamudio, el arte contemporáneo se ha apoderado de los recintos culturales en México, desplazando a las artes plásticas tradicionales.
“No descalifico el arte conceptual para nada, pero mucho pretende ser arte conceptual y en realidad es una charlatanería”, opina el grabador. Ante este panorama, La Silvestre Atelier quiere ser un espacio de resistencia.
“Al principio, con la primera exposición que tuvimos, abrimos con dos o tres pintores mexicanos y el otro 80 por ciento eran artistas extranjeros, porque la misma comunidad está desconfiada de los espacios que pretenden ser tradicionales, ya nadie cree, por lo mismo que se han cerrado o han sido secuestrados y prácticamente ya no hay dónde colgar obras”, sentencia.
Esta nueva galería quiere ser un espacio para las artes plásticas tradicionales que se han visto desplazadas de los grandes museos por el arte contemporáneo; también busca formar coleccionistas
El artista plástico considera que el arte contemporáneo ha cobrado fuerza porque es una boga, una moda que como tal que va a caer. “Es una moda retro, porque tú acudes a alguna muestra de este tipo de exposiciones o no sé cómo llamarles, y la gente sale con malos sabores de boca, no entienden a qué se refieren los autores, no saben qué expresan, ya de por sí la obra es difícil de entender y luego te ponen un rollo teórico, filosófico, muy rollero, y te quedas peor. Creo que el arte ha perdido su sentido de comunicación y su sentido de expresión”, dice
En cambio, las artes plásticas tradicionales, asegura Zamudio, tienen como respaldo toda la Historia del Arte, ya que a través de los años se han mantenido vivas, tan es así que dentro de las grandes vanguardias del siglo XX siempre existió un arte puramente figurativo, por ejemplo, que se salió del estereotipo del cubismo, del dadaísmo y del surrealismo.
Zamudio reconoce que existen algunos autores del arte contemporáneo que se salvan como Gabriel Orozco, mientras que dentro de las tradicionales también hay quienes no son artistas, sino sólo son de oficio, hacen sus pinturas, pero quedan muy lejos de ser arte, por lo que hay que tener cuidado para no ser engañados.
