"La única manera de sentir que estoy en el camino correcto es siendo fiel a mí misma, sea lo que eso signifique, y eso suele llegar cuando te sales de algo que quizá sea seguro o tradicional"
Es madre devota de seis niños –tres biológicos y tres adoptivos–, actriz, directora de cine, promotora de la salud de la mujer, activista humanitaria y es, junto a Brad Pitt, con quien se casó el pasado fin de semana en Chateau Miraval, en Francia, una de las parejas más influyentes de la industria del entretenimiento: “Brangelina”.
Sería difícil resumir, en unas cuantas líneas, el “efecto Angelina Jolie”. Porque pareciera que todo lo que dice y hace la actriz de 39 años, hace eco, uno lo suficientemente fuerte para tener un impacto positivo en sociedad.
El pasado mes de junio, el empeño que la miembro del Consejo de Relaciones Exteriores (CRE) pone en su trabajo como ferviente activista de causas humanitarias fue clave para reunir a ministros de más de 100 países en Londres, con el fin de encontrar medidas para combatir la violencia sexual en los conflictos armados. Una cumbre única en su tipo, a decir del ministro británico de Exteriores, William Hague.
En 2012, la ganadora del Óscar a la Mejor Actriz de Reparto por “Inocencia interrumpida”, fue nombrada Enviada Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tras una década de haberse convertido, a los 26 años, en embajadora de Buena Voluntad del ACNUR.
Con el anuncio de nuevo nombramiento de Jolie, Adrian Edwards, portavoz del ACNUR, informó que la actriz había hecho 40 visitas a puntos de acceso de refugiados en 20 países, como Pakistán, Iraq y Siria, y donaciones de 5 millones de dólares a la causa.
El escepticismo con el que muchos miran el interés de una cara bonita como la de Angelina Jolie en obras altruistas rivaliza con aquellos que han sido testigo del potencial que goza como agente de cambio y su eficacia para concientizar al mundo sobre los problemas sociales que merecen ser atendidos de inmediato.
Como dijo en un artículo publicado en The New York Times el periodista Nicholas Kristof, luego de escuchar a la actriz hablar en el CRE durante una sesión realizada en 2008 sobre la ley y la justicia en Darfur, en Sudán, fuertemente golpeado por el genocidio:
“Francamente, si una celebridad no está genuinamente interesada en la pobreza y solo está tratando de conseguir una buena cobertura, hay mejores maneras de hacerlo. Viajar a Darfur o al Congo es peligroso, costoso e incómodo, y las dependencias tienen murciélagos, escorpiones y arañas camello”.
“(…) Pero si una celebridad está dispuesta a sobrellevar esos desafíos, él o ella pueden obtener la atención del público de una manera que nadie más lo puede hacer”, agregó.
La pareja mediática “Brangelina”, comprometidos en 2012, volverán a compartir escena luego de su primera película juntos, “Sr. y Sra. Smith” (2005), donde surgió el flechazo. Su próximo drama, “By the Sea”, fue escrito y será dirigido por la misma Jolie.
Esto, al terminar la postproducción de su segunda película, “Unbroken”, que se estrenará a finales de este año, y la cual está basada en la vida del atleta y héroe de guerra estadoundiense Louis Zamperini, quien falleció en julio de este año.
