La talla ya no importa

Hablar de tallas es hablar de estereotipos, etiquetas y discriminación.

Y si a la fórmula se le agrega tecnología como Photoshop y canales de distribución como las redes sociales, el tema de “las tallas” pasa a convertirse en un movimiento social.

Irónicamente, en años pasados las herramientas como
Photoshop sirvieron para retocar –y distorsionar– las figuras de numerosas mujeres, creando estándares de los que la mayoría de la población femenina se sentía alejada y hasta ofendida.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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“Necesitamos modelos a seguir para niñas jóvenes que digan, ‘acepta tus curvas. ¿A quién le importa que tu cuerpo no sea perfecto?’ Hay demasiada anorexia, obesidad y suicidio en esta generación y nadie está abordando este asunto” 
Ashely GrahamModelo

Hablar de tallas es hablar de estereotipos, etiquetas y discriminación.

Y si a la fórmula se le agrega tecnología como Photoshop y canales de distribución como las redes sociales, el tema de “las tallas” pasa a convertirse en un movimiento social.

Irónicamente, en años pasados las herramientas como
Photoshop sirvieron para retocar –y distorsionar– las figuras de numerosas mujeres, creando estándares de los que la mayoría de la población femenina se sentía alejada y hasta ofendida.

Ahora, esas herramientas han sido sustituidas por imágenes de mujeres que buscan aparecer tal cual son, sin retoques, cambios o distorsiones. Lo que ha dado lugar a que las modelos y celebridades de “tallas grandes” tengan lugar en panorámicos, campañas y el gusto del público.

Pero ya no como una campaña u opción “especial” por no ser como el resto, sino como un ejemplo más dentro del conjunto de los diversos  tipos de cuerpos. Ahora, la portada de revistas presenta a mujeres –y hombres– talla XS, S, M, L o XXL, por igual.

De hecho, el ejemplo más claro de ello es la revista Sports Illustrated, que a principios de este año mostró por primera vez en su historia a Ashley
Graham en la portada de su edición de trajes de baño, que se volvió icónica. Así, Ashley Graham, con sus 91 kilogramos de peso, acaparó de manera positiva las miradas y las estanterías.

El editor de dicha publicación, MJ Day, señaló que “la belleza no es un cortador de galletas. La belleza no es una sola talla que le queda a todos”.

Day no parece ser el único en considerar la belleza de ‘peso’ pues Graham también apareció en la portada de la revista para caballeros, Maxim en la edición de abril de este año.

“Sé que mis curvas son sexy y quiero que todos los demás sepan que las suyas también lo son (…) No hay razón para esconderse y todas las razones para ostentar. El mundo está listo para curvas en bikinis”, declaró la modelo.

Ashley no fue la primera, ya que en 2015, Tess Holliday brilló en la portada de People como “la primera supermodelo talla 22”.

La respuesta del público no solo ha sido positiva porque se muestran distintos tipos de cuerpo y tallas, sino porque se identifican con imágenes más realistas y sin retoques. Algo que ha beneficiado las ventas, pues el crecimiento de las mismas “en el mercado de tallas grandes ha superado proporcionalmente a otros sectores de mercado en los últimos cinco años”, señaló la agencia de tendencias WGSN.

La agencia agregó que entre las razones principales del aumento de ventas es el incremento de consumidores “con estas tallas en todos los grupos de edad, el hecho de que muchos retailers han lanzado este tipo de colecciones, la mayor facilidad para adaptar las tendencias a tallas más grandes y un mayor éxito al dirigirse a distintos nichos de mercado”.  

Gary Dakin, cofundador de la agencia JAG, indicó que ahora “se ve una gran aceptación de las niñas en todos los distintos tamaños, lo que es muy emocionante (…) no es algo que ocurriera antes”.

Redes ‘de peso’

¿Qué hizo la diferencia? Múltiples factores, pero uno de los más influyentes son las redes sociales.

Y es que las marcas están poniendo atención al tema de las tallas gracias a las plataformas digitales, “en las que las mujeres que por mucho tiempo se sintieron ignoradas por la moda mainstream, finalmente pueden tener voz y voto”, publicó Emma Bazilian en Ad Week.

Por otro lado, gracias a la viralidad y la facilidad de Internet para compartir videos, fotografías, snaps y demás, las modelos “curvilíneas” han aprovechado para compartir selfies y hashtags que se han convertido en una campaña misma, dado su carácter positivo.

“Las modelos curvilíneas están usando las redes sociales para mostrar su perfil como no habría sido posible hace 10 años”, dijo Bazilian. “Ahí está el ejemplo de Iska Lawrence, la modelo británica de 25 años conocida por haber aparecido en la famosa campaña de Aerie sin retoques #AerieReal, y quien ha generado alrededor de 1.7 millones de seguidores en su cuenta de Instagram”.

Modelos a seguir

Así como las modelos de tallas grandes aparecen sin retoques y felices con un cuerpo “no perfecto”, actrices como Kate Winslet han peleado por erradicar los estereotipos y la manipulación de la imagen, pues de esa manera se muestran ejemplos –reales– a seguir para las nuevas generaciones.

Winslet firmó un contrato con L’Oreal para que sus fotos no sean retocadas y afirmó: “Solo puedo hablar por mí misma y hacer lo que considero que es importante para mí.
Espero que otras personas puedan seguir el ejemplo porque creo que tenemos una responsabilidad con las generaciones de mujeres más jóvenes”.

“Creo que las jóvenes miran las revistas y ven a mujeres que han triunfado en sus carreras profesionales, y por lo tanto quieren parecerse a ellas. Me encantaría contarle la verdad sobre quién soy a esa generación porque se merecen tener líderes fuertes. Todos somos responsables de educar a mujeres con personalidad, y esas cosas son importantes para mí”, añadió la protagonista de “Titanic”.

Ashley Graham coincide, pues en la revista The Edit escribió que “necesitamos modelos a seguir para niñas jóvenes que digan, ‘acepta tus curvas. ¿A quién le importa que tu cuerpo no sea perfecto?’ Hay demasiada anorexia, obesidad y suicidio en esta generación y nadie está abordando este asunto”.

En entrevista con The Daily Beast, Graham subrayó que “(…) pronto ya no estaremos hablando del hecho de que soy considerada ‘plus-size’, pues solamente estaremos hablando de lo que estoy haciendo en el mundo para cambiar la vida de las personas. Las modelos son hermosas, claro, pero necesitamos estar hablando más de cómo estamos modificando la industria y la percepción del público sobre la belleza”.

Campañas, ventas y éxito

La campaña de Aerie –de la marca American Eagle Outfitters–, #AerieReal, se volvió viral y provocó un aumento del 4 por ciento de las ventas el año pasado. La publicidad constó de fotografías sin retoques y, de acuerdo a la marca, “desafió los estándares de las supermodelos al presentar a modelos sin retoques en su colección más reciente de brassieres, calzones y vestimenta”.

Por su parte, las campañas #ImNoAngel (en referencia al cuerpo de los ángeles de Victoria’s Secret) y #PlusIsEqual de la marca de ropa de talla extra, Lane Bryant, lograron que aumentaran las ventas un 6 por ciento.

Los rostros plus-size
Ellas son algunas de las modelos que marcan la pauta en el mundo de la moda, y demuestran que las tallas son solamente números.

1 Tess Holliday
2 Ashley Graham
3 Whitney Thompson
4 Crystal Renn
5 Denise Bidot

Ellos también
En la moda masculina también se empieza a abrir camino a la diversidad. Ejemplo de ello es Zach Miko, quien a sus 26 años es la nueva imagen de la agencia IMG Model. Miro mide dos metros de altura y es de complexión fornida.
 

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