Sin duda una de las películas poco comunes que llegaron a la pantalla este año es la cinta de Darren Aronofsky, “¡Madre!” (2017), la cual ha tenido una recepción mixta en la taquilla, ya que desde su estreno en Estados Unidos el 15 de septiembre, apenas y está por recuperar en taquilla su inversión de 30 millones de dólares.
Inquietante, claustrofóbica y agobiante es como mejor se podría describir el séptimo largometraje del cineasta neoyorquino, quien dice que “¡Madre!” es acerca del calentamiento global, aunque no hay una sola escena que lo muestre directamente.
La producción podría definirse como una metáfora de la vida, una perspectiva del realizador acerca de temas teocráticos, que no son ajenos a su filmografía, pues en “La Fuente de la Vida” (2006) exploró la religiosidad desde la Inquisición Española, la fe ante la muerte y la creencia del árbol de la vida. En “Noé” (2014) relató la historia bíblica del arca que sobrevivió al diluvio, en una versión libre y fantasiosa.
En tiempo récord de cinco días el realizador escribió el guión del proyecto tras sentir el bombardeo mediático de lo que ocurre actualmente en el planeta: ecosistemas colapsando, crisis migratorias, corrupción y política quebradiza entre las naciones y más. Es por eso que “¡Madre!” es una nueva versión alegórica de la historia del mundo según Aronofsky.
El sonido del silencio
Por primera vez Clint Mansell y Kronos Quartet quedaron fuera del soundtrack de un proyecto del cineasta, quien decidió colaborar en esta ocasión con el islandés Jóhann Jóhannsson, pero después de ver un primer corte del filme, ambos creadores decidieron quitarla, por lo que “¡Madre!” no cuenta con una partitura instrumental.
Una pesadilla
“¡Madre!” se percibe como una cinta que asfixia, los encuadres planeados por el director junto con el cinefotógrafo Matthew Libatique son cerrados y siguen con cámara en mano todo el tiempo a los personajes principales, sobretodo a Jennifer Lawrence, quien interpreta a una mujer que da todo su amor y devoción a su marido escritor, Javier Bardem, quien no puede encontrar la inspiración para seguir dedicándose a su profesión.
Las situaciones que llegan a la trama crean una atmósfera de caos al punto del escozor, pareciendo una pesadilla que no termina, e irrumpen constantemente en la tranquilidad del hogar de la pareja donde se desarrolla todo el universo fílmico creado por Aronofsky.
‘F’ en calificación
Los cinéfilos no están contentos con “¡Madre!” y el sitio CinemaScore, que mide el termómetro entre las audiencias, le dio calificación “F”, la peor.
Cuando se presentó por primera vez en el Festival Internacional de Cine de Venecia, al término de la función recibió aplausos y abucheos por igual.