En papel, audio o en formato digital, los mexicanos tan solo leen –en promedio– cuatro libros al año
La lectura es una actividad multisensorial, que abre la mente y la imaginación como ninguna otra.
Para las personas que son ávidas lectoras, el auge de los e-books (o libros electrónicos) es un arma de doble filo, pues podría destronar o casi hacer desaparecer al papel, pero permite leer con un dispositivo al que se le pueden descargar miles de títulos, y que cuenta con iluminación que no afecta la lectura por las noches.
Sin embargo, ese auge parece haberse “estancado” o inclusive podría enfrentar una pendiente en picada, y los libros impresos no son los responsables de ello.
De hecho, como menciona en Quartz Thu-Huong Ha, las editoriales están batallando para publicar e-books. Las ventas de las grandes casas editoras de Estados Unidos, tales como HarperCollins, Macmillan, Penguin Random House y Simon & Schuster, han disminuido dramáticamente.
En 2014 reportaron 1.6 mil millones de dólares en ventas y el año pasado esa cifra fue de 1.37 mil millones de dólares.
Por su parte, la Association of American Publishers (AAP) reveló que las ventas de los audiolibros aumentaron 30 por ciento en enero de este año, respecto a la cifra reportada el mismo mes, en 2015. Quartz reporta que durante el mismo periodo de tiempo, “cayeron las ventas de los libros paperback y los de tapa dura, así como de los e-books”.
Y es que lo importante es leer, ya sea que quieras escuchar los textos, repasar las líneas de un libro que te recuerde a la infancia o bien en un dispositivo como un e-reader, la lectura es una actividad básica a nivel académico, social y hasta de entretenimiento.
Sobre todo si se toma en cuenta que los mexicanos leen, en promedio, cuatro libros al año, de acuerdo a información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), emitida en 2015.
