Año con año se criticó el elitismo y el desequilibrio de género que reinaba en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), también conocido como Foro de Davos. De hecho, en enero de este año la participación femenina apenas fue el 18 por ciento.
Sin embargo, en 2018 se dará un hecho insólito tras ofrecer incentivos para incluir a mujeres: la reunión estará dirigida exclusivamente por féminas.
El evento internacional que se lleva a cabo en Suiza nombró como copresidentas a un grupo conformado por mujeres y ningún hombre (para algunos esto se trata de discriminación, pues la equidad es “partes iguales”, tanto de hombres como de mujeres).
El panel está liderado por Erna Solberg, la primera ministra de Noruega y por Christine Lagarde, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). También están Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Internacional de Sindicatos, Ginni Rometty, presidenta ejecutiva de la empresa IBM, Fabiola Gianotti, que es directora general de la Organización Europea para el Análisis Nuclear, Isabelle Kocher, quien es consejera delegada de la empresa ENGIE, así como Chetna Sinha, presidenta de la Fundación Mann Deshi.
La 48ª edición del WEF analizará el próximo enero las causas de las fracturas políticas, económicas y sociales que enfrenta la sociedad mundial y buscará soluciones para esas problemáticas.
“Será una reunión anual de una profundidad y una diversidad única, preparada por grupos de trabajo de expertos que tendrán encuentros geopolíticos de alto impacto y muchos de ellos podrán ser seguidos por millones de ciudadanos en todo el mundo”, mencionó el WEF a través de un comunicado.
A su vez, es el primer WEF de Borge Brende, el nuevo presidente, quien al llegar aseguró haber ignorado que aún persistía un gran sesgo de género.
“La desigualdad de género priva al mundo de un enorme recurso de talento sin explotar en un momento en que es tan importante para abordar los enormes desafíos y las fuerzas disruptivas que enfrentamos”, dijo Klaus Schwab, fundador y ex presidente del WEF.
Al medir y analizar a 144 países, el informe apuntó que existe una brecha de género de 68 por ciento.
Antes de dar a conocer la participación femenina que destacará en el próximo encuentro, María R. Sahuquillo, del diario español El País, puntualizó que “las mujeres representan la mitad de la población mundial. Y por tanto recalcar que merecen el mismo acceso a la salud, la educación, la participación económica y un mismo salario por un trabajo de igual valor es básicamente justicia social. Pero no sólo eso la paridad de género también es fundamental para saber si las economías prosperan y cómo”.
Y como mencionó el informe del WEF el mes pasado, “garantizar el desarrollo saludable y el uso adecuado de la mitad del conjunto de talentos del mundo tiene un gran influencia en el crecimiento, la competitividad y el futuro de las economías y las empresas de todo el mundo”.
Sahuquillo argumentó que “incrementar el acceso igualitario a la educación reduce las tasas de mortalidad materno infantil, incrementa la fuerza laboral y también los salarios. Estudios del Banco Mundial exponen, por ejemplo, que invertir en que las niñas completen su educación en las mismas tasas que los niños incrementaría los ingresos de las que hoy son niñas entre un 54 por ciento y un 68 por ciento”.
Y pensar que el WEF había calculado que tendrían que pasar alrededor de 118 años para que las mujeres de los países occidentales logren la equiparación salarial con los hombres. Aunque la brecha salarial es un problema a nivel global que persiste, la participación de la mujer en encuentros como el WEF es un paso hacia adelante.
Paso a paso
La decisión del Foro de Davos de ser presidido exclusivamente por mujeres es un paso hacia la equidad de género en áreas como economía y política pero, sobre todo, un avance a que socialmente no se elimine la participación del hombre al otorgarle su lugar a la mujer, sino que la presencia de ambos sea equiparable.
Eliminar completamente al género masculino de este tipo de encuentros es, finalmente, también una muestra de discriminación.
Beneficios de la igualdad
Además de justicia y equidad, invertir en igualdad es altamente rentable, ya que según el Fondo Monetario Internacional (FMI), ellas representan el 40 por ciento de la fuerza de trabajo a nivel global, aunque en regiones de Oriente apenas y son el 21 por ciento.
Sin embargo, aún falta un largo camino que recorrer, ya que las mujeres ganan el 84 por ciento de sueldo que recibe un hombre, por el mismo puesto.
Aunado a generar un cambio a nivel social, aumentar la paridad de género generaría un efecto positivo en la economía de los países de todo el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).