A pesar de los avances y de la apertura en los procesos de construcción en materia legislativa para hacer valer los derechos de la población LGBT+, México se posiciona como la segunda nación con mayor índice de crímenes por homofobia. Ante esto, y con el fin de hacer un llamado a la empatía y al entendimiento de las diferencias existentes entre seres humanos, y promover la convivencia armónica cuyo impacto erradique la discriminación, el Museo de Memoria y Tolerancia abre las puertas a la exposición LGBT + Allá del arcoíris.
Linda Atach, curadora de la muestra, relató a Reporte Índigo que aún con el dolor de la pérdida de las muertes por COVID, entre ellas la de dos colaboradores del recinto museístico, el poder inaugurar esta muestra, después de haber permanecido cerrados, es un mensaje esperanzador y de lucha.
LGBT + Allá del arcoíris, además de ser un espacio de empatía y celebración, abre un foro de exigencia que está integrado por seis salas de exposición divididas en dos pisos, con las cuales buscan generar diálogo y expresiones en pro de la diversidad.
Además, desean recordar que con la pandemia se complicó la situación de la población LGBT+, pues “los enfrentó al hogar, y en muchas ocasiones este es el territorio más hostil”; por ello, tener esta muestra refrenda el llamado a quienes alguna vez han sido rechazados o discriminados por manifestarse tal cual son, por amar a quien aman, han sido violentados por sus creencias y de la misma manera reciben a quienes han reprobado, agredido o juzgado a otros por su identidad sexual.
Que los roles y estereotipos sexistas queden en el pasado. Que la libertad y el disfrute de la vida sea para todas las personas. Con #OrgulloLGBT+
Visita nuestra nueva temporal #LGBTMásAlláDelArcoiris.
Abrimos sábados y domingos de 10 a 17 horas.https://t.co/XHvsIjdIVr pic.twitter.com/UepPTsr4rS— Memoria y Tolerancia (@MuseoMyT) June 29, 2021
Vive la diversidad en LGBT + Allá del arcoíris
El recorrido empieza al invitar al espectador a que recorra dos cuartos, uno rosa y el otro azul, esto para reflexionar sobre la realidad de las familias diversas, y romper los estereotipos inamovibles, parte del dilema humano que viven las personas de los colectivos LGBT+.
“Precisamente, desde el porqué de la familia, cómo pesa en la configuración del ser humano la posibilidad de que existan familias diversas; el tema del ser un niño o niña, a qué se enfrenta, cuáles son los estereotipos que los frenan, de expresarse conforme a lo que él percibe o decide, por eso la exposición tiene un cuarto azul y rosa para hablar de estos grandes límites de expresión cuando a un niño se le obliga a vestirse de azul o a una niña se le obliga a jugar con muñecas”, abunda.
Asimismo, se invita a, literal, salir por un closet y comprender la diversidad como la más digna de las realidades para, así, llegar a un cuarto representado por los colores del arcoíris, símbolo de la lucha del orgullo y la diversidad sexual.
“El closet es de alguna manera el momento del mayor dilema, el mayor dolor y angustia en estas infancias limitadas y estereotipadas, hablamos de la salida del closet y lo mostramos en una sala luminosa, llena de color, con las letras de la diversidad, porque finalmente es una ligereza, es un grito de libertad poder salir del closet”, apunta.
El hilo conductor entre los pisos es una línea del tiempo que honra y festeja los grandes logros de la sociedad hacia esta comunidad, como es el caso de las representaciones más antiguas hasta ahora conocidas de sexo entre varones y que fueron inscritas en el interior de una caverna de Zimbabwe, África, hacia el año en el 8000 A.C.; también está marcado el año 1400, fecha en que se elaboró el Códice Nuttal, de origen mixteco, en el cual se muestran prácticas de travestismo asociadas a actos sociales y religiosos; y el año 1901, cuando se realizó el histórico Baile de los 41 en la Ciudad de México.
La línea del tiempo conduce a una sala que muestra las consecuencias negativas de “salir del closet”, como la homofobia, la discriminación, la violencia y los crímenes de odio. Además, muestra cifras y países en los cuales aún criminalizan la diversidad sexual, es el caso de Barbados, Dominica, Jamaica, Las Bahamas y Trinidad y Tobago.
“Es indignante que hasta 1999 en Chile aún existiera la sodomía como delito y sanciones penales por ofender al pudor o las buenas costumbres como instrumento para criminalizar a las personas LGBT, y resulta sorprendente que, si bien en Argentina el delito de sodomía fue derogado en 1903, tuviera que pasar más de un siglo para que las leyes permitieran el matrimonio igualitario”, explica.
La sala cuenta con un mapa para que el visitante puede entender cómo se está tratando el tema en el mundo, los países que aún conservan la pena de muerte para las personas que tienen relaciones homosexuales, así como algunas declaraciones de jóvenes que han alzado la voz y se han manifestado, a pesar de que muchos no contaron con el apoyo de sus familiares.
La exhibición cierra con un festejo, pues muestra los avances que se han logrado en los últimos años así como videos de algunas de las marchas del Orgullo LGBTTTIQ que se han realizado en el mundo. Además, se acompaña con algunos de los temas musicales que se han convertido en emblemas para la comunidad.
En un apartado titulado “Inclusión en la cotidianeidad”, se reflejan parte de estos logros desde el arte y la cultura, como la creación en 2013 del Coro Gay de la Ciudad de México, agrupación que interpreta principalmente temas de música pop; en 2011 el surgimiento del Ballet Folklórico México de Colores; la proliferación del Vogue, un estilo dancístico que adopta poses de portadas de revistas de moda para ser incorporadas a sus coreografías; así como la celebración de los muxes, el tercer género en la región zapoteca del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, el cual es socialmente normalizado, reconocido y respetado desde tiempos prehispánicos.
“Se nos cayó todo lo que considerábamos inamovible; es un mundo nuevo. La exposición llega como una celebración en medio del luto; es esperanza, es lucha”, concluyó Linda Atach.