Tal como sucede con Willy en la cinta de 1993, “Liberen a Willy”, las orcas que viven en cautiverio –y son la estrella de los parques acuáticos de la compañía SeaWorld Entertainment– finalmente serán “libres”.
Y es que después de la campaña negativa que surgió contra la compañía SeaWorld Entertainment –y sus parques temáticos– a raíz del documental “Blackfish” (2013), el grupo anunció que cerraría su espectáculo con orcas en el parque de San Diego.
En dicho documental, dirigido por Gabriela Cowperthwaite, exempleados de la compañía denuncian prácticas de maltrato a los animales.
Para sustituir el espectáculo con orcas, SeaWorld San Diego presentará un nuevo evento, que destacará por ser informativo y medioambiental, de acuerdo a los detalles emitidos esta semana por Joel Manby, CEO de SeaWorld Entertainment, y otros ejecutivos, publicado por San Diego Tribune.
Al cierre de esta edición, no se había establecido si la compañía también cancelaría el espectáculo con orcas en sus parques de San Antonio, Texas, y en Orlando, Florida.
“Todos ellos, en particular el de San Diego, habían registrado una fuerte bajada de asistencia tras el estreno del documental, que obligó a la compañía a iniciar una fuerte campaña para defenderse de las acusaciones de maltrato”, de acuerdo a una publicación en el diario español El Mundo.
El documental de Cowperthwaite encendió nuevamente el eterno debate sobre si es legal –o no– mantener a los cetáceos en cautiverio, tomando en cuenta que estos animales pueden nadar a diario diversos kilómetros en el mar.
Además de informativo y medioambiental, la nueva “atracción” en SeaWorld San Diego, será una experiencia diseñada para realizarse en un entorno natural. Y tiene como propósito “llevar un mensaje de conservación para inspirar a la gente a actuar”, puntualiza el comunicado oficial de SeaWorld.
Apenas hace unas semanas, el gobierno de California había aprobado el plan de expandir SeaWorld San Diego, con la condición de que la compañía diera por terminado el programa de reproducción de orcas.
Una decisión necesaria
Optar por por clausurar el espectáculo con orcas en 2017 tras la polémica generada por “Blackfish” y la presión de activistas, fue una decisión que se gestó durante meses.
La Comisión Costera de California aprobó 100 millones de dólares del proyecto de SeaWorld para ampliar y mejorar el hábitat de las orcas en SeaWorld San Diego.
“pero añadió que se prohibía el desarrollo de mejoras de sus orcas cautivas”.
Ante ello, los funcionarios de SeaWorld se opusieron y alegaron que dicha prohibición significaría que el grupo de 11 ballenas –que actualmente tiene el parque– sería el último que el público podría ver en ese lugar.
No solo eso, congresistas en California impulsan una ley federal para que se elimine el cautiverio de orcas, prohibiendo que se críen, importen y exporten estos animales para su exhibición pública. Así se podría asegurar que las ballenas en parques como SeaWorld sean las últimas (en cautiverio y exhibición al público), y cuando mueran no serán reemplazadas.
“La prohibición de la cría sentenciaría estos animales a una lenta extinción en nuestra atención”, dijo en octubre de 2014 John Reilly, presidente de SeaWorld San Diego en entrevista con Tech Times.
El documental que cambió todo