La lucha contra el Virus del Papiloma Humano

Investigadores del Cinvestav trabajan en una alternativa para combatir uno de los tipos más agresivos de este virus que provoca el cáncer cervical, el cuarto más frecuente entre las mujeres
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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¿Sabías que existen más de 150 virus distintos del papiloma humano (VPH)? Y que, según las estimaciones, más del 80 por ciento de las personas sexualmente activas resultarán infectadas por alguno de ellos.

El VPH se transmite vía oral, vaginal o anal cuando se tiene sexo con una persona infectada, en muchas ocasiones no genera problemas de salud; sin embargo, los virus 16 y 18 causan cerca del 70 por ciento de los casos de cánceres cervicales, mientras que los tipos 6 y 11 provocan el 90 por ciento de las verrugas genitales.

Por ello, especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), están trabajando en una posibilidad para desarrollar nuevos geles vaginales, espermicidas o condones, que al utilizarlos eviten la infección del VPH.

Un estudio realizado en el Departamento de Genética y Biología Molecular de esa institución demostró que los aptámeros son una herramienta eficaz para inhibir la infección de VPH tipo 16 en modelos celulares. Este tipo de virus se asocia a más del 50 por ciento de los casos de cáncer cervical.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, este tipo es el cuarto cáncer más frecuente en las mujeres.

Se calcula que al año ocurren 530 mil nuevos casos, que representan el 7.5 por ciento de la mortalidad femenina por cáncer

Luis Marat Álvarez Salas, responsable del estudio, explicó que los aptámeros se aíslan en el laboratorio a partir de un grupo muy diverso de secuencias de RNA o ADN que se conoce como “biblioteca”. El grupo de investigación logró aislar un aptámero de RNA que se une fuertemente al VPH16, por lo que decidieron probar la capacidad de éste para inhibir la infección

Para ello, simularon la infección a través de un modelo conocido como “pseudovirus”, el investigador señaló que estas estructuras son muy similares al virus natural y tienen la capacidad de imitar todo el proceso de infección del VPH, la única diferencia es que una vez que el “pseudovirus” entra a la célula se produce una proteína fluorescente que permite visualizarla.

En el laboratorio, los especialistas del Cinvestav pusieron en contacto los pseudovirus con el aptámero para que interactuaran, una vez que lo hicieron, colocaron los virus sobre las células. “El resultado fue que cuando tratábamos los virus con lo aptámeros las células ya no se ponían fluorescentes, lo que indica que el virus no pudo entrar a la célula”, indicó Diana Gabriela Valencia Reséndiz, miembro del equipo de investigación.

Por los resultados obtenidos durante el proceso de investigación, esperan llevar el estudio a un tejido vivo, como podrían ser modelos animales, pero antes tendrán que incrementar la resistencia que los aptámeros tienen a los biofluidos, ya que el RNA y el ADN tienen la debilidad de que se degradan muy fácilmente, entonces cuando los ponen en biofluidos se deterioran.

Los investigadores ahora trabajan en superar esa desventaja a través de modificaciones químicas a los nucleótidos, a fin de que las proteínas que llevan a cabo esta degradación no tengan efectos.

“Lo que estamos buscando es generar herramientas que apoyen a combatir al VPH; sabemos que tenemos vacunas contra la infección, sin embargo su distribución es limitada ya sea por el costo o porque el sistema de salud sólo atiende a niñas de 11 años y el resto de la población queda desprotegida”
Diana ValenciaInvestigadora

“Por lo que queremos generar una herramienta que apoye a este efecto positivo de las vacunas, pero que sea mucho más accesible, de fácil manejo y que tenga un costo bajo”, detalló Diana Valencia.

Si bien, no existe tratamiento para el VPH, los problemas de salud que genera pueden tratarse; en el caso de las verrugas genitales pueden ser atendidas por el médico con el fin de evitar su crecimiento y cantidad, mientras que para identificar las etapas iniciales de cáncer cervicouterino se debe realizar cada año la prueba de Papanicolau

Otra medida de prevención consiste en aplicar la vacuna contra VPH; en México, se aplica a niñas de quinto grado o bien, a partir de los 11 años, se administra en dos dosis. En algunos centros de salud la vacuna es gratuita.

Con el estudio del Cinvestav, los aptámeros se presentan como una alternativa real para combatir el VPH en la investigación biomédica, tanto en el ámbito del diagnóstico, debido a su aplicación como sensores moleculares, como en el terapéutico, ya que son capaces de interferir en las funciones biológicas de la molécula diana.

¿A quién infecta el VPH?

Cualquier persona que haya sido activa sexualmente alguna vez puede contraer este virus. El VPH se pasa fácilmente entre parejas por contacto sexual, son más probables en aquellos que tienen muchas parejas sexuales.

Alguien puede tener una infección por VPH aun cuando no tenga síntomas y su único contacto sexual con una persona infectada por VPH haya sucedido muchos años atrás.

Cuando el cáncer llega

Los síntomas del cáncer cervicouterino suelen aparecer únicamente cuando está en una fase avanzada. Algunos de ellaos son:

  • Cansancio, pérdida de peso y de apetito
  • Sangrado vaginal irregular intermenstrual (entre periodos menstruales) o sangrado vaginal anormal después de haber tenido relaciones
  • Dolor de espalda, piernas o pélvico
  • Molestias vaginales o flujo vaginal oloroso
  • Hinchazón de una sola pierna
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