Las decepciones en torno al episodio VIII de Star Wars: The Last Jedi llegaron a un punto insospechado: Mark Hammil, quien da vida a Luke Skywalker, y es uno de los protagonistas de la cinta, también declaró que no está feliz con el resultado final de la producción.
“No es mi Luke Skywalker”, declaró el intérprete en una entrevista de promoción de la película.
Las declaraciones de Hammil, quien aparece en la saga desde la primera entrega, generaron furor en los fans.
La situación se suma a otra llamada de atención a los productores, y es que seguidores de la franquicia recientemente solicitaron que la última entrega fuera “borrada” y que ésta se realizara de nuevo, aunque se retrase el estreno del episodio IX.
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Según Mark Hammil, él le dijo al director (Rian Johnson) que “los Jedi no se rinden. Incluso si tuvieran un problema, les hubiera llevado quizás un año para reagruparse e intentarlo de nuevo”.
SPOILER
En el episodio VIII, Luke se aísla en un planeta remoto tras el ascenso al poder de su sobrino, el malvado Kylo Ren.
Rey, la nueva heroína, a petición de la Princesa Leia, va en busca de Luke y le pide ayuda, a fin de terminar con la Primera Orden de una vez.
Sin embargo, Luke se niega a ayudar, e incluso informa que tiene pensado terminar con la dinastía de los Jedi.
“Pero ya no es mi hostiga, es la historia de otra persona, y Rian necesitaba que yo fuera de una manera concreta para que el final fuera efectiva”, agregó Mark Hammil.
“Esta es la siguiente generación de ´Star Wars´, así que casi tenía que pensar en Luke como si fuera otro personaje”, dijo Mark Hammil.
A pesar de sus palabras, Hammil pidió que los fans vean la cinta: “Es sólo una película, y espero que a la gente le guste. Espero que no se sientan decepcionados y realmente creo que Rian era el hombre adecuado para el trabajo.
Cabe señalar que, a pesar de las quejas de los fans, la crítica especializada no ha sido tan severa con el filme.