Marie-Jo, la musa literaria, dice adiós

La viuda de Octavio Paz falleció ayer a los 101 años; ella fue la compañera inseparable y la inspiración del premio Nobel mexicano
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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Se conocieron en la India y no se separaron hasta que la muerte se interpuso en su camino. Así fue la relación entre Marie José Tramini y el escritor Octavio Paz. Se encontraron en una recepción diplomática, en 1962, organizada en una casa de Sunder Nagar, India, a donde el poeta y diplomático llegó como embajador, cargo que acababa de ocupar el 2 de septiembre de ese año.

El 19 de abril de 1998 partió el Nobel mexicano, y ayer, Marie-Jo Paz, nacida en Córcega, Francia, dejó este mundo para alcanzar a su inseparable compañero. Ella fue una gran compañera de vida para el escritor, quien la consideraba su musa.

Mariyó, como la llamaba cariñosamente el autor de El laberinto de la soledad, Piedra de sol y El arco y la lira, incursionó en las artes plásticas y fue una destacada promotora cultural

Dedicó sus últimos años a difundir la obra del poeta, ensayista y diplomático; revisó, corrigió, aprobó, opinó y coordinó libros y eventos. Por ejemplo, En 2014 encabezó los diversos homenajes que se realizaron por el centenario del natalicio del poeta.

“Quisiera ser digna de su memoria”, expresó en vida Marie-Jo Paz.

En 1999, un año después del deceso de Octavio Paz, se organizaron en Madrid, España, dos exposiciones como homenaje al poeta: De la palabra a la mirada y, Figuras y figuraciones. En esa ocasión, Marie-Jo Paz presentó el libro Figuras y figuraciones, editado por Galaxia Gutenberg, con nueve poemas inéditos del escritor y una docena de cajas collages creadas por ella.

Luego de 16 años de matrimonio con Mariyó, el poeta Octavio Paz ganó el Premio Cervantes y 25 años más tarde el Premio Nobel de Literatura.

El destino los unió

Tramini y Paz contrajeron nupcias en 1964, dos años después de haberse conocido. Aquel encuentro, en 1962, inspiró al escritor para la creación del poema Viento entero, publicado en 1965, en una edición limitada de 197 ejemplares, numerados y firmados por el autor, en papel hecho a mano en Jaipur, Rajastán.

En 2014 fue publicado en versión facsimilar y enriquecido con una explicación sobre la obra que redactara el propio Octavio Paz, además de textos escritos ex profeso para esta edición conmemorativa por Eliot Weinberger, Conrado Tostado y Eduardo Vázquez Martín.

Para Conrado Tostado, Paz se dio cuenta del significado del poema y también aceleró su publicación por su cuenta en Delhi, para enviarlo de inmediato a sus amigos. La urgencia de la publicación se debía a una buena noticia: “Paz reconoció de inmediato en Viento entero el inicio de un nuevo capítulo en su poesía”, recuerda en su texto Conrado Tostado.

“Viento entero representa más cabalmente mi estado de espíritu actual (…) Viento entero y Blanco representan lo que pienso, creo y quiero”, escribió Octavio Paz al poeta y traductor francés Jean – Clarence Lamber t , el 5 de abril de 1967.

El Nobel mexicano confesó que el “encuentro azaroso” con Marie-Jo, en 1964, “entre la Rue Montalambert y la Rue du Bac” transformó de manera instantánea y radical no sólo su estancia en la India, sino su poesía y su vida entera. “Marie José debió de reír. Paz no podía salir de su asombro”, señala Tostado.

Octavio Paz volvió una y otra vez, en poemas, ensayos y cartas, a ese extraordinario encuentro que plasmó primero en Viento entero: “El pájaro caído / entre la calle Montalambert y la de Bac / es una muchacha / detenida / sobre un precipicio de miradas (…)

“La detonación erótica con Marie José ilumina, transfigura el resto de la poesía y la vida de Octavio Paz, desde Viento entero hasta Árbol adentro, en Cuento de dos jardines, Marie José es Almendrita, nombre de enamorados; en Blanco y El mono gramático , la llama Esplendor. No menos intenso que el estallido erótico fue su transmutación en amor, en elección, como define Paz. Desde ese verano de 1964 hasta su muerte, en la primavera de 1998, Octavio y MarieJo no se separarían un solo día”, se lee en Jardines para Viento entero.

Amor en poesía:

Más vale no terminar

nada nada de terminar

no hay que clavar las cosas con palabras

hay que dejarlas mecerse

capaces todavía de roces

dejarlas rondar en filamentos imantados

al encuentro de

dejarlas flotar sin timón

En su estela

indistinta

se puede entonces alzar velas

Yése Amory (pseudónimo de Marie José Tramini)

Traducción de Octavio Paz

… la tomé de la mano

juntos atravesamos

los cuatro espacios los tres tiempos

pueblos errantes de reflejos

y volvimos al día del comienzo…

Octavio Paz

El adiós a la “guardiana”

Personalidades del mundo de la cultura, políticos e instituciones lamentaron el fallecimiento de Marie-Jo Paz y reconocieron su esfuerzo y dedicación por proteger y difundir el legado de Octavio Paz.

Enrique Peña Nieto, presidente de México, aseguró que fue “compañera entrañable de Octavio Paz e integrante importante de la comunidad cultural del país”. Por su parte, la secretaria de Cultura, Cristina García Cepeda, escribió, a través de Twitter: “Siento profundamente el fallecimiento de Marie-Jo Paz, viuda de Octavio Paz y amiga entrañable. Comparto mi pena con sus amigos cercanos y la comunidad intelectual”.

La directora del INBA, Lidia Camacho, expresó: “Con tristeza despido a Marie-Jo Paz, compañera entrañable de nuestro gran Octavio. Hoy están ya juntos, en la llama de nuestra memoria y nuestro cariño”.

Eduardo Vázquez, secretario de Cultura de la Ciudad de México, abrazó “el pesar de todos aquellos que gozaron de su amistad”. Consuelo Saizar compartió un fragmento de correspondencia entre Carlos Fuentes y Octavio Paz: “¿Quién es Maríe-José? Sin duda una revelación oculta, una luz liberada por su propia metamorfosis, una hechicera disfrazada para encantarnos impunemente”.

El historiador Enrique Krauze recordó lo que Octavio Paz decía de su esposa: “Fue lo mejor que me ocurrió en la vida, después de nacer”. El novelista Mario Alberto Mejía aseguró que

“El poeta la está recibiendo en estos momentos en el Olimpo, donde habita al lado de Borges, Eliot, Pound y su admirado André Breton”
Mario Alberto MejíaNovelista

Instituciones como la UNAM, el Fondo de Cultura Económica y el INBA, también lamentaron su partida.

“Desde el fallecimiento del autor de Piedra de sol, en 1998, hasta el día de hoy, ella fue la más devota guardiana de la obra de Octavio Paz”, señaló el Fondo de Cultura Económica.

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