La igualdad de géneros en el ámbito doméstico toma cada vez más fuerza. Aún los más escépticos podrían cambiar de opinión tras leer las siguientes líneas.
Mientras más se involucra un hombre en actividades tradicionalmente consideradas femeninas (como lavar platos o ropa, o limpiar la casa), más frecuentemente tiene relaciones sexuales con su pareja.
Un estudio citado por TIME, del University of Kentucky Research Center, encontró que “el trabajo doméstico era muy importante para los matrimonios”.
Según los resultados, las mujeres que se sienten apoyadas por sus esposos en ese sentido son menos propensas a tener amoríos, considerar el divorcio y suelen definir su matrimonio como feliz.
Además, las parejas igualitarias pelean menos y tienen más sexo.
Este trabajo también menciona que en las parejas que cohabitan sin haberse casado son más equitativas que los matrimonios.
Según el reporte, las tareas no tienen que estar divididas a la mitad para que se obtengan los felices resultados. “Él solamente tiene que hacer lo suficiente para que ella sienta que no está sola”, explica el análisis.
Por su parte, el estudioso de asuntos de género Michael Gurian, expresó hace unos años que la causa de esto podría ser que ver a sus hombres ayudar pone a las mujeres de mejor humor. Por lo tanto, están más dispuestas a tener sexo.
Sin embargo, no todos los trabajos en casa son igualmente efectivos para pasar más tiempo en la cama.
Aunque los hombres cada vez están más dispuestos hacer labores domésticas, una de ellas está rezagada: el cuidado de los niños.
Según Pew Research, aún con un fuerte incremento durante los últimos 50 años, los hombres dedican solo 7 por ciento de su tiempo a ello. Las madres trabajadoras, en cambio, los superan y alcanzan el doble: 14 por ciento.
“El cuidado de los niños disminuye la frecuencia de los encuentros sexuales”, explicó la socióloga Constance Gager, “pero el trabajo pagado o el doméstico no”. De hecho, señaló que mientras más labores tengan, más practican el sexo.
El problema cuando los hombres no se involucran lo suficiente en el cuidado de los hijos es que las mujeres se sienten en alerta las 24 horas del día. Las investigaciones de Gager sugieren que casi todos los hombres tienen tiempo para hacer ejercicio y leer el periódico todos los días, pero ellas no.
“Ese tiempo extra con los niños obliga a las mujeres a hacer demasiado y las estresa”, afirmó Eliana Dockterman a TIME.
Un estudio de la University of California, en Los Ángeles (UCLA) midió el nivel de cortisol (“la hormona del estrés”) en las madres y padres al final de cada día.
Se descubrió que el de ellos disminuía significativamente tras un poco de tiempo libre, mientras que el de ellas permanecía igual. Y como todo ese estrés no es bueno para decir que “sí” a nada… quizá sea momento de ofrecer involucrarse más con los pequeños.
