Mejor en Júpiter
“La búsqueda de agua en Marte se ha convertido en una de las actividades más monótonas imaginables de toda la ciencia espacial del siglo 21”, dice el periodista científico Lee Billings, en un artículo publicado en Aeon Magazine.
El también autor del libro sobre la búsqueda de vida alienígena “Cinco mil millones de años de soledad”, hace una crítica de esa limitada estrategia que la NASA ha adoptado desde hace décadas para buscar vida extraterrestre en Marte: “siguiendo el agua”.
Eugenia Rodríguez“La búsqueda de agua en Marte se ha convertido en una de las actividades más monótonas imaginables de toda la ciencia espacial del siglo 21”, dice el periodista científico Lee Billings, en un artículo publicado en Aeon Magazine.
El también autor del libro sobre la búsqueda de vida alienígena “Cinco mil millones de años de soledad”, hace una crítica de esa limitada estrategia que la NASA ha adoptado desde hace décadas para buscar vida extraterrestre en Marte: “siguiendo el agua”.
Y argumenta que la estrategia de buscar agua para encontrar vida alienígena en el planeta vecino y finalmente convencernos de que “la vida es un fenómeno verdaderamente cósmico, tan inevitable en nuestro Universo como las mismas galaxias, estrellas y planetas”, se ha convertido en un parámetro necesario pero insuficiente para semejante ambición.
“En el futuro cercano, Marte será el punto focal de nuestra ciencia planetaria, aminorando todos los demás esfuerzos para explorar otros lugares del sistema solar”, apunta Billings, alegando que al robot “Curiosity” continuará vagando en Marte al menos durante 14 años, tiempo suficiente para que se sume el total de una docena de robots explorando el mismo planeta.
Se debe aceptar que “podría haber lugares más prometedores para buscar vida extraterrestre”, como una luna de Júpiter cubierta de hielo llamada “Europa”, si se trata de cumplir con el seguimiento del agua como “directriz principal para buscar vida alienígena”.
Lee explica que “Europa” tiene un tamaño similar al de la Luna de la Tierra.
Y cita evidencia arrojada de los estudios del campo magnético de “Europa” realizados por la aeronave “Galileo” de la NASA, cuando dejó caer una sonda en la atmósfera de Júpiter a mediados de los 90.
Se encontraron “signos globales de una capa eléctricamente conductora debajo de la superficie, (helada de la luna) precisamente donde estaría un depósito caliente de mareas de agua de mar salada y altamente conductora”, explica.
De hecho, la NASA planea una misión robótica a Europa para buscar indicios de vida, de acuerdo al plan presupuestario de la agencia espacial para el 2015 presentado por el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Aún se desconocen los detalles.