El actor de 50 años de edad y originario de Culiacán, Sinaloa, Miguel Rodarte, busca generar una conciencia de cambio en los mexicanos al respecto del cambio climático, tema que otras celebridades internacionales han empujado desde hace años en sus respectivas naciones y que, incluso, han aportado recursos monetarios para poner un granito de arena.
En torno a si la autodenominada “Cuarta Transformación” (4T) ha hecho algo o pretende generar un cambio con este tema internacional y los compromisos que se han establecido en administraciones pasadas para ayudar al medio ambiente, Rodarte considera que el gobierno federal está lejos de cumplir estos objetivos.
“Estemos muy pendientes de cómo se van a ir dando todos los elementos de la COP26, esta reunión donde anualmente se hace una evaluación de cómo está cada país, pero en México estamos muy retrasados en cuanto a los acuerdos que llegamos en su momento, no los estamos cumpliendo, no somos el único país, pero no estamos contribuyendo al pacto global”, explica en llamada telefónica para Reporte Índigo.
Mientras Estados Unidos y otros países del primer mundo apuntan a que las energías renovables sean punta de lanza para el futuro, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador es la única nación perteneciente a este grupo de la ONU que sigue impulsando el petróleo como energía fósil, lo que deja ver el retroceso a nivel mundial en torno al Acuerdo de París, firmado por Enrique Peña Nieto en 2016 y que, dicho sea de paso, México fue de las primeras potencias en ratificarlo.
“Muchas de las decisiones que se están tomando son como ir en sentido contrario en periférico, el mundo está yendo hacia una transición de una energía y economía, digamos, mucho más circular, donde ya la explotación, producción, despojo y deshecho ya no es suficiente”, reitera Rodarte.
El histrión no confirmó ni negó que este sea la persona en la que está inspirado su rol.
La otra verdad de Luis Miguel
La vida de Luis Miguel Gallego Basteri ha sido mediáticamente un foco de atención desde que inició su recorrido en la fama en su juventud y hasta el día de hoy. Siempre ha dado de que hablar, para el cotilleo entre los miles de mexicanos que lo siguen, ya sea por su música, romances o la enigmática personalidad que lo envuelve.
Ahora, con el pretexto de la tercera y última temporada de su serie biográfica, que llega a Netflix, se observa que la celebridad ha utilizado la plataforma de streaming para contar su vida a su manera, porque desde la ficción, las libertades creativas otorgarían el beneficio de la duda, de cómo pudieron haber sucedido los hechos reales.
“Muchos de los elementos de los personajes que rodeamos la vida de Luis Miguel, pues sí hay ciertas libertades, pero siempre ceñidas de lo que plantea la historia detrás, y creo que la tercera temporada tiene un hilo narrativo que justamente puede llegar a responder la pregunta ¿qué tan ceñido está a la historia real o no lo que estamos viendo?”, comenta Rodarte.
Claramente en la serie autobiográfica se describe sólo lo que el cantante quiso que se viera de su vida privada, e incluso se habla en la misma de cómo los ejecutivos televisivos le proponen hacer esta ficción, y parte de las omisiones, es todo lo relacionado a Aracely Arámbula, quien es la madre de sus dos últimos hijos.
“En el caso de Aracely no sé cuáles hayan sido sus motivos personales o de Luis Miguel o los hijos o los motivos de la producción para no incluir esta historia ahí, me imagino que debe de ser una cuestión también de salvaguardar la integridad de alguna de las figuras en el presente”, fiebre observa el actor.
Ahí viene Amalgama con Miguel Rodarte
Miguel Rodarte es parte del elenco de la nueva película de Carlos Cuarón, del cual resalta que tiene una madurez y compromiso cinematográfico que recuerda a su hermano mayor. La cinta que está por estrenarse el 9 de diciembre lleva por título Amalgama y se destaca por ser una comedia de humor negro.
“La manera en la que está narrada y de cómo se utilizó toda la maquinaria, digamos de el set, para contar la historia a través de planos secuencias muy muy largos, donde nosotros como actores estábamos totalmente expuestos sin ningún tipo de postproducción, porque no se puede editar estos planos, y repetir las tomas tantas veces hasta que quedaran, eso le da una atmósfera muy particular también a la película”, cuenta.