En México, el lobo mexicano gris figura entre las principales especies que corren el mayor riesgo de desaparecer. Fue desde 1970 cuando esta especie fue declarada en peligro de extinción.
Los esfuerzos por recuperar y conservar el lobo mexicano en territorio nacional se realizan desde hace más de 30 años entre México y Estados Unidos a través del Programa Binacional de Reproducción en Cautiverio del Lobo Gris Mexicano. Aunque el número de ejemplares en ambos países no rebasa los 350.
“En parte porque el Fish and Wild Service (FWS) continúa imponiendo varias restricciones al programa de reintroducción del lobo gris mexicano que impiden los esfuerzos de traer esta especie de vuelta y fuera del peligro de extinción”, señala una demanda presentada por la organización ambiental sin fines de lucro Earthjustice contra FWS.
“La oportunidad de recuperarlo se está escapando debido a problemas genéticos y políticas de gestión inadecuadas, pero el gobierno todavía no ha creado el modelo básico de recuperación que la ley exige”, dijo el abogado de Earthjustice, Timoteo Preso. “Estamos pidiendo a un juez que ordene a los funcionarios federales desarrollar un plan de recuperación científicamente fundamentado antes de que sea demasiado tarde”.
Earthjustice representa una coalición de grupos ambientalistas, quienes acusan a FWS “por los repetidos fracasos en los últimos 38 años para desarrollar un plan de recuperación válido para el lobo gris mexicano en peligro, uno de los mamíferos más amenazados en América del Norte”.
Con solo 83 ejemplares y cinco parejas reproductoras en la vida silvestre, el lobo gris mexicano permanece en grave riesgo de extinción. El plan de recuperación es necesario para garantizar la supervivencia de estos mamíferos, además de ser legalmente requerida bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
