Muchos gestos, cuatro emociones

Desde hace décadas, la ciencia decía que el ser humano tiene un total de seis emociones: alegría, tristeza, miedo, sorpresa, ira y asco. Todas estas reconocibles a través de las expresiones faciales, independientemente del idioma y la cultura.

Pero un nuevo estudio realizado por el Instituto de Neurociencia y Psicología de la Universidad de Glasgow, en el Reino Unido señala que, en realidad, únicamente expresamos cuatro emociones básicas. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Desde hace décadas, la ciencia decía que el ser humano tiene un total de seis emociones: alegría, tristeza, miedo, sorpresa, ira y asco. Todas estas reconocibles a través de las expresiones faciales, independientemente del idioma y la cultura.

Pero un nuevo estudio realizado por el Instituto de Neurociencia y Psicología de la Universidad de Glasgow, en el Reino Unido señala que, en realidad, únicamente expresamos cuatro emociones básicas. 

En el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Current Biology, los investigadores coincidieron en que los gestos de la felicidad y tristeza son completamente distintos durante la dinámica –o el proceso– en que se forma la expresión facial. 

Pero afirmaron que las emociones de miedo y sorpresa comparten el mismo gesto al comienzo de su manifestación: ojos abiertos. La ira y el asco también comparten la nariz arrugada como gesto al momento en que se expresan.

Y añadieron que “son estas señales tempranas las que podrían representar las señales de peligro más básicas”. 

El estudio concluyó que los resultados arrojan evidencia de que no todos los músculos de la cara aparecen de forma simultánea durante las expresiones faciales, sino que se desarrollan con el paso del  tiempo. 

“En primer lugar, las señales de peligro tempranas otorgan ventaja a los demás, permitiendo una huida más rápida”, explicó la psicóloga Rachael Jack, autora del estudio. 

“En segundo lugar, las ventajas fisiológicas para quien las expresa –la nariz arrugada impide la aspiración de partículas potencialmente dañinas, mientras que los ojos muy abiertos aumentan el consumo de información visual útil para escapar– son mayores cuando los movimientos faciales se hacen de forma temprana”. 

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores ingleses analizaron, con el uso de un software especial llamado Generative Face Grammar, los músculos faciales que están implicados en la expresión de las emociones, así como el tiempo que cada uno de los mismos toma en activarse. 

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