Inconscientemente, los hombres se sienten mal consigo mismos cuando su pareja obtiene éxito, aún cuando no estén compitiendo entre ellos
Recientemente hablamos en este espacio sobre un estudio a cargo de Jacqueline Mitchelson, profesora de psicología de la Universidad de Auburn, en Alabama, que evaluó el nivel de satisfacción de 288 adultos con trabajos de más de 20 horas a la semana (además de sus compromisos familiares), y cuyos resultados arrojaron que las mujeres son más propensas a sentir que no cumplen con las expectativas en su vida personal y profesional.
De hecho, Mitchelson aseveró que las mujeres tienden a ser más perfeccionistas que los hombres. Y son más señaladas y criticadas en el ámbito laboral.
Y es que la figura de la “supermujer” podría ser el estandarte del feminismo, pero también una muestra de la percepción y la figura femenina en la actualidad.
Esta semana, se dio a conocer un estudio, realizado por la Universidad de Florida, que comprueba lo que muchos sabían de manera empírica: los hombres se sienten intimidados ante una mujer que goza de éxito profesional y laboral.
La idea de una “supermujer”, exitosa, multitask, estudiosa y a la vez, hogareña y tradicional, ha dividido las opiniones a lo largo de los años. Prueba de ello son las declaraciones del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego –presidente y director general del Grupo Salinas–, quien en un diálogo con Juan Ramón de la Fuente, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó en la segunda jornada del foro “México cumbre de negocios” que “en la sociedad moderna a la mujer le está yendo mal porque quiere hacer de todo y cosas muy difíciles. A ver: producir un bebé, criarlo, educarlo. Es una cosa valiosísima. Pero nosotros como sociedad no lo valoramos”, inclusive añadió que “Superwoman se queda corta” ante muchas mujeres que alcanzan el éxito tanto personal como profesional.
Pese a que Salinas Pliego fue criticado –y apoyado– en redes sociales, su visión es todo menos misógina o machista, pues admite que la sociedad –sobre todo en México– tiende a demeritar la labor de las mujeres dentro y fuera de la casa.
“Todos los padres deberíamos pagarle sueldo a nuestras señoras por criar a nuestros hijos. Mínimo. ¿Me entiendes? Hay que valorar esto”, subrayó.
Mujeres que imponen
Para demostar sus conclusiones, el estudio de la Universidad de Florida hizo cinco experimentos con un grupo de psicólogos y 896 participantes voluntarios.
Cada experimento analizó qué tanto le afectaba a un hombre heterosexual el hecho de que su pareja obtuviera éxito profesional.
En el primer experimento se les aplicó a 32 parejas una prueba que medía su inteligencia, en la que los resultados demostraron que los hombres cuyas parejas fueron calificadas como las más inteligentes, reportaron tener un nivel de autoestima más bajo, en comparación con los hombres cuyas parejas obtuvieron calificaciones bajas o muy bajas.
En otro de los ejercicios que condujeron el grupo de expertos se les pidió a 657 participantes que respondieran un breve test en línea. En este experimento, 284 hombres tenían que evocar un momento situación en la que su pareja tuvo éxito (no solo profesional). Los resultados coincidieron con el primer experimento y los niveles de autoestima de los hombres también disminuyeron al sentirse mal consigo mismos ante el triunfo y el éxito de su pareja, siendo este fenómeno aún más evidente en situaciones relacionadas a la vida y el éxito laboral.
La Dra. Kate Ratliff, quien lideró este estudio que fue publicado en Journal of Personality and Social Psychology en agosto de este año, alegó que lo mismo sucede cuando una mujer “le gana” a un hombre al completar rutinas de ejercicio o cuando ella baja más de peso que él.
Ratliff enfatizó que “con esto encontramos evidencia de que los hombres automáticamente interpretan el éxito de su pareja como si fuera un fracaso personal, incluso cuando no están compitiendo entre ellos”.
Y, de acuerdo a la revista Men’s Health, los hombres interpretan inconscientemente la frase “mi pareja es exitosa”, como: “mi pareja es más exitosa que yo”.
Menos mujeres y peor pagadas
Pero no todo es color de rosa entorno al éxito profesional de una mujer.
Una investigación elaborada por le empresa FUTURE WORK, señaló que en países como Alemania, Suiza, Austria e Inglaterra, el 47 por ciento de las mujeres participa en el mercado laboral. Sin embargo, gran parte de ese porcentaje deja el ámbito laboral para estar con sus familias, estudiar y capacitarse o bien, porque cambia de actividad profesional. Pero, en lugares de Latinoamérica, todavía hay preferencia por contratar hombres, antes que a mujeres.
No solo eso, The Wall Street Journal publicó recientemente las conclusiones de otra investigación, a cargo de UC Davis, las cuales revelaron que solo hay una mujer por cada nueve hombres entre los directores y ejecutivos mejor pagados del mundo.
Otro tipo de intimidación
El éxito profesional y el mejoramiento en el desempeño laboral de una mujer no es el único factor que puede intimidar a un hombre. El carácter también puede determinar las reacciones y la perspectiva de ellos frente a ellas.
Un estudio realizado en Gran Bretaña, el 66 por ciento de los hombres se siente atraído por las mujeres “de armas tomar” o de carácter fuerte, mientras que a un 35 por ciento de ellos, las “chicas malas” (así como las femme fatale) son el modelo ideal para dejarse llevar.
La feminidad y el glamour son dos elementos que también “vuelven locos” a los hombres. De hecho, según expertos, la feminidad tiene efectos aún más trascendentales sobre las impresiones y la perspectiva masculina, en comparación con cualidades como inteligencia, orden y organización.
