¿Por qué importa?
Este fin de semana, se dio un hecho sin precedentes, la compañía SpaceX lanzó –por fin– el cohete Falcon 9 con la cápsula no tripulada “Dragon”, como parte de una misión de enviar provisiones a la Estación Espacial Internacional (EEI).
María Alesandra Pámanes
Este fin de semana, se dio un hecho sin precedentes, la compañía SpaceX lanzó –por fin– el cohete Falcon 9 con la cápsula no tripulada “Dragon”, como parte de una misión de enviar provisiones a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Si por lo general no tienes interés alguno en las misiones de la NASA, SpaceX y/o la Agencia Espacial Federal Rusa (conocida como Roscosmos), es hora de que lo pienses dos veces. Y no solamente porque Elon Musk, CEO de Space X y Tesla, es una de las principales figuras con la mira en el futuro de la humanidad y las misiones espaciales, sino porque en la actualidad, las misiones nos competen a todos.
Esta misión llevada a cabo en Cabo Cañaveral, es la primera que despega desde la icónica plataforma 39A, la cual fue creada para las misiones pioneras a la Luna de la NASA.
Y es que el hecho de que finalmente un cohete de SpaceX haya tenido un lanzamiento exitoso habla de que nos acercamos a la era en la que entusiastas como Elon Musk harán posible que los viajes tripulados al espacio sean posibles para todos, en un futuro ya no tan lejano.
Musk, al igual que compañías y agencias espaciales internacionales, desean poner en práctica la vida interplanetaria, la colonización de Marte e inclusive hacer de la minería espacial un negocio rentable, al alcance de todos.
Para el empresario sudafricano, ha llegado el momento en el que los humanos se deben plantear la idea de fusionarse con la tecnología, a través de la inteligencia artificial.
“Los seres humanos hoy somos prácticamente un cyborg, tienes parte de tu personalidad y de tu vida en línea, en tus redes sociales y tu correo electrónico”, dice.
Musk dice que “al paso actual de crecimiento tecnológico, la humanidad está en camino a tener poderes divinos”. Y no precisamente se necesitará ser una divinidad para colonizar Marte y/o tener vida interplanetaria o inversiones en la minería espacial.
“SpaceX solo tiene 14 años. Entre hoy y el 2040 la vida de la compañía se habrá triplicado. Si tenemos mejoras lineales de tecnología (…), deberíamos tener una base significativa en Marte, quizá con miles o decenas de miles de personas”, señaló el también creador de Hyperloop.