No es copia, es influencia

Está por comenzar el juicio en el que los cantantes Robin Thicke y Pharrell Williams se defenderán de las acusaciones de plagio que la familia del fallecido cantante Marvin Gaye hacen de su popular canción del verano de 2013, “Blurred lines”. 

Los hijos de Gaye aseguran que ciertos “elementos de ‘Blurred Lines’” son demasiado similares a elementos originales y protegidos del éxito de su padre lanzado en 1977, “Got to give up”, por lo que Thicke y Williams enfrentan un caso de violación de derechos de autor. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Está por comenzar el juicio en el que los cantantes Robin Thicke y Pharrell Williams se defenderán de las acusaciones de plagio que la familia del fallecido cantante Marvin Gaye hacen de su popular canción del verano de 2013, “Blurred lines”. 

Los hijos de Gaye aseguran que ciertos “elementos de ‘Blurred Lines’” son demasiado similares a elementos originales y protegidos del éxito de su padre lanzado en 1977, “Got to give up”, por lo que Thicke y Williams enfrentan un caso de violación de derechos de autor. 

Parker Higgins, director de activismo de derechos de autor de la Electronic Frontier Foundation, argumenta en Ratter que este caso es controversial porque podría reformular las reglas de lo que la infracción de derechos autor significa para los músicos. 

Higgins reporta que si bien algunos elementos de ambas canciones suenan similar, ninguno de los mismos se encuentran en la partitura, que es lo que la familia de Gaye registró con la Oficina del Derecho de Autor. 

Por ahora, un juez federal agregó como condición que ambas partes se reunieran para editar y presentar versiones de “Got to give it up”, que consistieran únicamente de los elementos protegidos por derechos de autor. Si dichos elementos no están en la partitura, el caso queda cerrado. 

Según The Hollywood Reporter, Richard Busch, abogado de los Gaye, argumenta que si el juez adopta esta posición de limitar los derechos de autor de “Got to give up” a elementos contenidos en la partitura de la composición musical, “los infractores inteligente serían capaces de comparar partituras con obras de artistas como Elvis Presley, y luego robar legalmente los elementos no compositivos”. 

“Adoptar tal posición creará un precedente peligroso y potencialmente devastador para los propietarios de dicha propiedad intelectual”, indica la demanda de la familia de Gaye.

Pero, como señala Higgins, copiar los elementos que no están protegidos por los derechos de autor no habla de otra cosa más que de influencia musical.

Y agregó que “no hay duda de que Thicke y Williams fueron influenciados por Marvin Gaye. Pero al final del día, son culpables de nada peor que dejar mostrar sus influencias de forma un poco demasiado claro”. 

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