Tienen nombre y su trabajo fue interrumpido por la violencia y la impunidad en México, un país en donde la sangre corre más que las palabras. No se puede hablar, escribir, publicar.
De acuerdo al Índice Global de Impunidad 2017 del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), México ocupa el sexto puesto en la lista de países con mayor impunidad en cuanto a la agresión a reporteros.
La República Mexicana está debajo de naciones que viven bajo fuego, tales como Somalia, Siria, Paquistán, Yemen, Irak y Filipinas.
En la última década han asesinado por lo menos a 21 periodistas en México, de hecho entre el año 2000 y el 2016 las muertes suman 122 casos, de acuerdo a un reporte de la organización Article 19. Todos los casos se distinguen por la impunidad y la cruda violencia.
Y por muchas protestas, marchas y peticiones en línea que se realicen, son pocas las voces de la sociedad que gritan para la defensa y protección de quienes se levantan todos los días –y sueñan por las noches– persiguiendo la información, indagando para buscar la verdad y teniendo las agallas para comunicarlas a como dé lugar.
Como decía el periodista Javier Valdez, asesinado en mayo de este año, “al buen periodismo le hace falta sociedad que lo acompañe”.
El informe realizado y emitido por el CPJ señaló que gran parte de los homicidios contra periodistas se le atribuye a grupos criminales. Aunado a que México es de esas naciones “que se presentan como democracias, pero que han aparecido reiteradamente en el índice (de impunidad)” a conveniencia de funcionarios del gobierno. La mayoría de los reporteros fallecidos corresponde a periodistas locales “que informaban sobre la delincuencia, la corrupción y la política en estados dominados por los carteles del narcotráfico”, mencionó el documento del CPJ.
Y es que como dijo Tania Reneaum, directora de Amnistía Internacional, “ser periodista en México parece más una sentencia de muerte que una profesión”.
El CPJ calculó que el nivel de impunidad en México aumentó 142 por ciento en los últimos 10 años.
Mientras que la organización Article 19 indicó que en los primeros tres meses de 2017 se registraron 276 agresiones contra periodistas en el país. Y enfatizó que se presentó un aumento del 23 por ciento de dicha cifra, comparada con los casos de 2016 en el mismo periodo de tiempo.
“Es una situación bastante lamentable”, subrayó Balbina Flores, quien es una de las corresponsales de la organización Artículo 19 en México. “Las autoridades tienen que poner una voluntad que se exprese en hechos concretos”.
Por su parte Ana Cristina Ruelas, directora de dicha organización, argumentó que “si no tiene presupuesto la fiscalía, si no tiene presupuesto el mecanismo, es porque para el Estado (el asesinato de periodistas) no es un problema público y ahora tiene que serlo”.
‘Fácil’ de matar
Tal vez terminar violentamente con la vida de un inocente parezca “fácil” (por la impunidad y la corrupción), pero callar la verdad (y el arduo trabajo de los reporteros asesinados) es una de las tareas más difíciles.
“México es uno de los peores países en el mundo para ejercer el periodismo”, mencionó Azam Ahmed de The New York Times. “Las consecuencias para México son mucho más graves que unas cuantas muertes más en un país donde el 98 por ciento de los homicidios quedan impunes. En la opinión de muchos periodistas, la delincuencia, la corrupción y la indiferencia están acabando con la premisa básica de una prensa libre, así como con un pilar central de la democracia del país”, agregó Ahmed, lo peor del caso es que “en ocasiones, algunas autoridades se apresuran a decir que el asesinato de un periodista no está relacionado con su labor poco después de que se dé a conocer la muerte y mucho antes de que siquiera arranque la investigación”.
Para Reporteros Sin Fronteras, México es el país más mortífero de América Latina para ejercer esa profesión que se caracteriza por el análisis profundo, la investigación exhaustiva y la creatividad sin límites.
Recordar la verdad
La verdad no muere y el periodismo no duerme. Los periodistas fallecidos este año en México dejan un legado de heroísmo, valentía y coraje. Descansen en paz.
>> Javier Valdez
>> Miroslava Breach
>> Cecilio Pineda
>> Édgar Esqueda
>> Maximino Hernández
>> Cándido Ríos
>> Luciano Rivera
>> Salvador Adame
>> Jonathan Rodríguez
>> Ricardo Monlui
> Filiberto Álvarez