El prototipo de este revolucionario invento consiste en un guante con el que se puede escribir en el aire o en cualquier superficie de soporte, como una pierna, por ejemplo
“Las palabras se las lleva el viento”, esta popular frase puede servir como una analogía ante una nueva herramienta de la tecnología de punta: e-mails en el aire.
¿Quién no ha escrito en el aire alguna palabra? Simulando con el dedo índice a un bolígrafo. Así como muchos de nosotros hemos hecho el conocido “air guitar”.
Ahora eso ya no es una simple práctica de mímica o ademanes que acompañan a las palabras cuando se expresa algo verbalmente, ahora es tecnología hecha realidad.
Se trata de Airwriter, un sistema que con sensores captura el movimiento de las manos y los codifica en la computadora. Es decir, transcribe lo que se escriba “al aire”.
Desarrollado por investigadores del Instituto de Tecnología de Karlsruher (KIT, por sus siglas en alemán) –una de las instituciones de investigación y educación de mayor prestigio en Alemania–, este sistema consta de un guante que casi como por arte de magia, sabe diferenciar el movimiento de la mano al escribir, por lo que se puede dejar puesto mientras se hacen otros ademanes o actividades.
“No es necesario que uno escriba delante de la cara. Es más fácil, también lo podemos hacer sobre un libro, en una pierna, o en cualquier otro soporte”, dijo Christoph Amma, uno de los desarrolladores de Airwriter que por ahora solo reconoce las letras en mayúsculas y un vocabulario de ocho mil palabras, pero su mecanismo está en constante mejora.
Christoph dijo a la BBC que este sistema podría tener compatibilidad con el espectacular Glass de Google y que también podría implementarse en el campo de los accesorios como un reloj o en la ropa.
Esta creación de Amma y su equipo obtuvo el premio a la investigación Google Faculty Research, con el que se le otorgaron 81 mil dólares a los desarrolladores del proyecto para seguir el curso de este innovador invento y conseguir su compatibilidad con computadoras y dispositivos móviles.
Tal vez es tiempo de olvidarnos del antiguo método de dictado ya sea en las escuelas, así como en el ambiente laboral.
