¿Parto o cesárea?

El debate entre los partidarios del parto natural y los que recomiendan dar a luz por cesárea ha llevado a un descubrimiento. De acuerdo a un estudio publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology, los bebés nacidos por cirugía pueden experimentar cambios epigenéticos, es decir, en la actividad del ADN, pero no en su secuencia.

“Nuestro enfoque ha estado en descubrir si la forma en que nace un bebé puede impactarlo en un nivel celular”, explica el profesor Thomas Ekstrom, autor de la investigación.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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El debate entre los partidarios del parto natural y los que recomiendan dar a luz por cesárea ha llevado a un descubrimiento. De acuerdo a un estudio publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology, los bebés nacidos por cirugía pueden experimentar cambios epigenéticos, es decir, en la actividad del ADN, pero no en su secuencia.

“Nuestro enfoque ha estado en descubrir si la forma en que nace un bebé puede impactarlo en un nivel celular”, explica el profesor Thomas Ekstrom, autor de la investigación.

Ekstrom encontró mayores niveles de metilación –actividad del ADN que afecta si los rasgos genéticos se expresan o no– en los bebés estudiados que nacieron por cesárea, que en aquellos fruto de un parto natural.

Y encontró que estas diferencias eran significativas en 350 regiones, y que muchas de ellas tienen una influencia sobre el sistema inmunológico del ser humano.

Estos cambios pueden ser temporales o permanentes, y aún no se sabe cuál será su efecto en los bebés estudiados. Sin embargo, a Ekstrom le preocupa que algunos de estos cambios pueden transmitirse genéticamente.  

Para Mikael Norman, la explicación de estas variaciones podría estar en el propio proceso del parto, que ha sido uno de los argumentos más fuertes de quienes defienden un nacimiento natural.

“Durante un parto vaginal, el feto está expuesto a un mayor nivel de estrés, que preparará positivamente al bebé para la vida fuera del útero. Esta activación de sus sistemas de defensa no ocurre cuando se hace una cesárea antes de que empiece la labor de parto”, señaló a IFLScience.

La decisión del tipo de parto que se prefiere ha recaído principalmente sobre la madre, a pesar de que los doctores suelen inclinarse por uno u otro. En el caso de las cesáreas, la predilección suele derivarse de la comodidad o de los beneficios económicos.

La tendencia es muy controversial, sobre todo porque la cirugía incrementa el riesgo de hemorragia, depresión y dolor a largo plazo en la madre, además de obesidad, diabetes y enfermedades respiratorias en el recién nacido.

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