La mujer nace con una dotación de óvulos finita de alrededor de un millón de ovocitos. Sin embargo, a partir de la pubertad, esta cantidad se reduce casi hasta 400 mil.
Con el paso de los años el número de la reserva ovárica, es decir, la cantidad de óvulos de los que se disponen, puede disminuir drásticamente, incluso, su calidad. Esto será determinante al momento de desear el embarazo, tanto de manera natural, como con técnicas de reproducción asistida.
“Es una tendencia que las mujeres a mayor edad nos vamos quedando con menor reserva ovárica, pero en la actualidad nos hemos dado cuenta que no todas las mujeres nos comportamos así y, aunque sean jóvenes, tienen una reserva baja reserva”, indica Maitane Alonso de Mendieta, especialista en medicina de la reproducción y doctora de la Clínica de la Fertilidad.
Alonso de Mendieta insiste en la importancia de conocer la reserva ovárica, más allá de desear o no ser madres, se trata de un conocimiento de la salud del cuerpo y de los óvulos.
Lamentablemente, añade, hablar de la fertilidad es un tema tabú, el cual no se enseña desde edades tempranas.
“Nunca se habla de cuando quieren ser mamás, hasta que ya no pueden. Si nosotras sabemos cómo está nuestro cuerpo desde jóvenes nos va a ayudar a planificar el resto de nuestra vida; formar una familia es un plan que deberíamos hacer sin tener la presión de un reloj biológico, o teniéndolo, pero sabiendo las herramientas que podamos usar”, explica Alonso de Mendieta.
La especialista considera que en el siglo XXI tendría que haber una medicina preventiva para conocer cómo está la salud del cuerpo, además de poder hacer uso de las herramientas que la tecnología permite en la actualidad.
“Muchas veces nos da miedo hacer estudios, porque no queremos darnos cuenta si hay algo mal; sin embargo, en la cuestión de reserva ovárica, si vemos que empieza a bajar existe la congelación de óvulos. Saber de estas herramientas nos empodera para salir adelante, crecer educativamente y ser mamás cuando queramos”, detalla.
El congelamiento de óvulos
Entre las cosas que recomienda a las jóvenes se encuentra consultar su reserva ovárica y considerar como una posibilidad congelar los óvulos.
Se trata de unos de los estudios preventivos, que muchas mujeres desconocen, pero ayuda a que en un futuro las mujeres, cuando lo deseen, puedan embarazarse.
La tasa de embarazo tras la transferencia a partir de los óvulos congelados es de alrededor del 50 por ciento
“La congelación de óvulos es un método para conservar el potencial reproductivo de las mujeres para el futuro. Los óvulos que se extraen de los ovarios se congelan sin fecundar y se conservan para su uso en el futuro. Un óvulo congelado puede descongelarse, combinarse con un espermatozoide en un laboratorio e implantarse en el útero”, aclara.
No obstante, la cantidad de óvulos depende de la reserva del paciente, por lo que se recomienda que este procedimiento se haga a partir de los 20 años, pues a esta edad, normalmente, se tiene la reserva necesaria para hacer la extracción.
Con la estimulación se pueden obtener entre 10 y 20 ovocitos por ciclo menstrual. En general, a partir de 10 ya se considera suficiente, pero esa cifra depende de la edad que se tenga. En general, la tasa de embarazo oscila entre el 40 y 50 por ciento.
El procedimiento consiste, primero, en un ultrasonido y una ecografía transvaginal, para descartar patologías ginecológicas y conocer la reserva ovárica; después, se hace un proceso de estimulación ovárica a través de un tratamiento hormonal para provocar que el ovario fabrique más óvulos en un mismo ciclo.
Después de 36 horas, aproximadamente, y de constatar que están maduros, es decir, que tienen el tamaño adecuado, se procede a su extracción en quirófano. El procedimiento es indoloro y suele durar 10 minutos.
“Hay pacientes que no son candidatas a un solo ciclo porque tienen una baja reserva, por lo que tenemos que guardarlos e intentar ciclo con ciclo hasta tener una buena cantidad de óvulos y ofrecerles el mejor chance de ser mamás. Todo depende de la edad, su reserva y si tienen enfermedades que predisponen a afectar la calidad de los óvulos”, insiste.
Incluso, añade, hay pacientes que por predisposición familiar se pueden quedar sin reserva ovárica.
En este sentido, Maitane recomienda que este procedimiento se realice antes de algún tratamiento oncológico o de radioterapia, pues estos procedimientos alteran la calidad de los óvulos y complican su extracción.
Los óvulos congelados se pueden utilizar, desde los cinco minutos de su extracción, hasta 30 años después de ésta. De ahí radica su importancia, pues se pueden utilizar hasta que la mujer desee vivir una maternidad.
“Queremos concientizar a las pacientes que si no quieres ser mamá, no lo tienes que ser, pero sí conoce cómo está tu cuerpo para, eventualmente, decidir cuándo quieres ser mamá y no tener problemas”.
“No es lo mismo tener 20 años y tener una buena reserva, a tener 40 años y, a pesar de la buena reserva, la calidad si va a ir jugarle chueco, va totalmente proporcional a la edad de la paciente, a mayor edad tenemos menor calidad de óvulos, esto se refiere a que no tengan la capacidad de fecundarse”, precisa.
En México ya existen varias clínicas que realizan este procedimiento, algo que celebra Maitane, pero sí es muy importante que se informen, pues no todas pueden contar con la tecnología, equipo y la calidad humana necesaria.
Por ello, entre las opciones, se encuentra la Clínica de la Fertilidad, la cual cuenta con embriólogos y tecnología de gran calidad.
“Gracias a este procedimiento podemos hacer medicina preventiva. Es una buena oportunidad para que las personas sepan que existen estas herramientas y no esperen a ver si después se logran embarazar. Congelar óvulos es un seguro que vas a tener guardado el tiempo que requieras”
Toma nota
Tener una baja reserva no te va a predisponer que seas hipertenso, pero sí a que haya una menopausia temprana.
“Se conoce como una falla ovárica prematura, tienes complicaciones de una paciente que está menopáusica, con síntomas como: bochornos, dolores de cabeza, incluso, podemos predisponernos a formar una osteoporosis por la poca producción hormonal”, aclara.
