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Si Hillary Clinton fuera elegida presidenta de Estados Unidos en 2016, su mayor aportación al puesto sería el hecho de que es mujer. O por lo menos eso dicen los resultados de una encuesta de GALLUP Politics.
La consultora entrevistó a mil 024 adultos estadounidenses, y 18 por ciento de ellos afirmó que ser la primera presidenta del país sería “la mejor o más positiva característica de su gestión”.
En segundo lugar nombraron a su experiencia y conocimientos sobre política exterior (9 por ciento de los encuestados), y en tercero, lo que conservaría del gobierno de Barack Obama (8 por ciento).
Doble filo
El género de Hillary Clinton podría ser su arma más importante si decide postularse para la presidencia de Estados Unidos.
Pero la exsecretaria de Estado posee talento y experiencia, y votar por ella solamente porque por su género haría historia la reduce a un instrumento para un fin, e ignora sus demás capacidades.
Por otro lado, lo que ahora se considera su fortaleza principal podría transformarse en objeto de crítica a la primera señal de que algo que no gustara al pueblo estadounidense (o a los detractores de Clinton) .
De hecho, de acuerdo con un estudio de la organización Cancer Research UK, el 26 por ciento de las 2 mil mujeres entrevistadas piensa que tienen que adoptar características masculinas para avanzar en su profesión.
Pero Hillary no está sola.
Tanto en el ámbito público como en el privado, muchas mujeres líderes han tenido que enfrentarse a estereotipos sobre su género.
Otras, en cambio, han decidido aprovecharlos con la esperanza de obtener ventajas por ellos.
De primera dama a presidenta
Hillary Clinton lleva décadas frente a los reflectores. Tiene un doctorado en leyes de la Universidad de Yale, y fue la primera socia de Rose Law Firm, el tercer despacho de abogados más antiguo de Estados Unidos.
De 1993 a 2001, fue primera dama del país, y se encontró en el centro de un escándalo cuando la infidelidad de su esposo Bill con una practicante de la Casa Blanca salió a la luz, en 1998.
Pero Hillary salió airosa, y en 2001 se convirtió en senadora por el estado de Nueva York. En las elecciones primarias de 2006, compitió contra Barack Obama, quien tras vencerla se convertiría en presidente.
La originaria de Chicago fungió con su secretaria de Estado hasta enero del 2013, y es considerada una posible contendiente para las elecciones presidenciales de 2016. ¿Estarán listos los estadounidenses?
Controversial y talentosa
Marissa Mayer es CEO de Yahoo! desde julio del 2012. El día en que su nuevo puesto fue anunciado, la exejecutiva de Google reveló que estaba embarazada. Esa fue solo la primera controversia de la graduada de Stanford.
Mayer construyó un cuarto para su hijo junto a su oficina, y en abril del 2013 extendió la incapacidad por paternidad a sus empleados.
Aunque fue criticada, en septiembre pasado se reveló que las acciones de la empresa habían duplicado su precio desde su nombramiento.
Mensajes contradictorios
Aunque en varios eventos de su campaña para la presidencia en 2012, Josefina Vázquez Mota expresó que no quería ganar solamente por ser mujer, su propaganda contenía frases como “La mujer tiene palabra”. Sin embargo, el pueblo mexicano no dio mucha importancia a su género, que no fue tema de discusión frecuente.
En una industria de hombres
Mary Barra fue nombrada CEO de General Motors en enero de este año, y se convirtió en la primera mujer en ocupar este puesto.
Pero la ingeniera mecánica llevaba toda su vida trabajando en la empresa, y se había desempeñado como vicepresidenta ejecutiva de Desarrollo de Productos, entre otras posiciones.
La más poderosa del mundo
Angela Merkel es la mujer más poderosa del mundo según la revista Forbes. Ha ocupado esa posición ocho veces en los últimos 10 años.
La política de 59 años es, además, la primera mujer en ser canciller de Alemania, puesto que ocupa desde el 2005, y en el 2000 se convirtió en la primera líder de la Unión Democrática Cristiana (UDC).
En 2012, Forbes la nombró la segunda persona más poderosa del mundo, solo después de Barack Obama. Este año ocupa el quinto lugar en la lista.
Un genio transformador
Angela Ahrendts transformó Burberry cuando se convirtió su CEO en 2006: la marca pasó de ser un referente fuera de tendencia a un ícono británico en el mundo.
Nadie se sorprendió cuando, en octubre del 2013, Apple anunció que a mediados de este año se convertirá en vicepresidenta Senior de Ventas y Tiendas Online. Igual que Marissa Mayer, Ahrendts se enfrentará a un reto difícil: luchar contra los estereotipos en Silicon Valley.
