Premian realismo
Este 2016 la clase obrera ganó en Cannes, ya que el filme “I, Daniel Blake” que trata las historias de un carpintero enfermo que requiere asistencia del estado debido a su incapacidad y una madre soltera sin trabajo, ganó la máxima presea del festival francés.
La Palma de Oro le fue entregada a Ken Loach de las manos del actor Mel Gibson y el realizador George Miller, la noche del 22 de mayo.
“Debemos de dar un mensaje de esperanza, debemos decir que otro mundo es posible y necesario”, expresó el director inglés al recibir el galardón.
Este 2016 la clase obrera ganó en Cannes, ya que el filme “I, Daniel Blake” que trata las historias de un carpintero enfermo que requiere asistencia del estado debido a su incapacidad y una madre soltera sin trabajo, ganó la máxima presea del festival francés.
La Palma de Oro le fue entregada a Ken Loach de las manos del actor Mel Gibson y el realizador George Miller, la noche del 22 de mayo.
“Debemos de dar un mensaje de esperanza, debemos decir que otro mundo es posible y necesario”, expresó el director inglés al recibir el galardón.
Loach es de los pocos cineastas en ganar por segunda ocasión la Palma de Oro, justo hace una década su cinta “El viento que acaricia el prado” le hizo acreedor al premio en primera instancia.
Directores como Francis Ford Coppola, Emir Kusturica, Michael Haneke, entre otros, son los que comparten el lugar, junto a Loach, de haber ganado dos veces el máximo reconocimiento del festival francés.
Cine de protesta
Marcando una postura de dirección social y de corte realista, Kenneth “Ken” Loach es la antítesis del cine hollywoodense, por lo que su carrera fílmica se ha dedicado de lleno a producciones de bajo presupuesto y que buscan criticar los estándares burocráticos.
Antes de empezar su camino en el séptimo arte, Loach cursó la carrera de leyes en St. Peter’s College, Oxford en el Reino Unido, para después pasar por los sets televisivos de Inglaterra y ahí empezar a forjar su carrera con docudramas en la década de 1960.
En la serie “The wednesday play”, Loach abarcó historias de la clase trabajadora que luchaba contra sus superiores, algunos de sus trabajos se han extraviado con el tiempo o se han dejado de distribuir a manera de callar su crítica contra la política británica.
La cinematografía de Loach es recurrente al lenguaje o jerga del condado Yorkshire, sus primeros trabajos en celuloide “Poor cow” (1967) y “Kes” (1969) así lo demuestran, ya que es un reflejo de la sociedad de clase baja que buscaba plasmar.
A pesar de que no logró en un principio el éxito, sus películas han pasado de boca en boca, teniendo la empatía del público que se siente reflejado en la temática de denuncia social.
Éxito en censura
En 1971 Loach estrenó el documental “The Save the Children Found Film” el cual fue comisionado por la London Weekend Television en nombre de la organización Save the Children.
El resultado según la causa benéfica fue desastroso, obligando al cineasta a censurar completamente su exhibición además de negarle el pago por su servicios. Fue hasta el año 2011 que la asociación permitió su exhibición.
La controversia se debió a que Loach se negó a solo filmar el lado amable de Save de Children, por lo que mostró a una comunidad en Nairobi, Kenya, en la que le prohibían a los niños hablar su lengua nativa.
Otro de los proyectos documentales de Loach que ha sido enlatado es la serie “A question of Leadership” que produjo en 1981, donde recabó los testimonios del principal sindicato de la industria siderúrgica de Gran Bretaña, la ISTC, que entró en huelga durante 14 semanas en 1980.
El material fue dividido en cuatro capítulos, donde expuso las opiniones a fondo de los trabajadores de las acereras, sin embargo, jamás han sido transmitidos o exhibidos hasta la fecha.
Haciendo polémica del séptimo arte
Aunque el cine de Loach tenga un mercado seleccionado, en la comunidad fílmica y cultural es respetado, por lo que sus posturas le han hecho también marcar una diferencia ante el escrutinio público.
En 1977 rechazó aceptar la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la cinematografía.
“Rechacé el OBE porque no es un club al que uno desea unirse cuando se observa a los villanos que lo obtienen”, espetó en entrevista para la BBC en el 2001.
En el Festival de Cine de Turín en 2012 también rechazó el premio magno de la muestra fílmica cuando supo que el Museo Nacional de Cine en Turín, Italia, había pactado servicios de limpieza y seguridad subcontratados, lo que ocasionó despidos masivos, quejas de intimidación y acoso.
Loach es uno de los defensores de Julian Assange, e inclusive pagó parte de la fianza que se requería para liberarlo de prisión, cuando fue capturado en 2010.
“Está claro que él está siendo incriminado, es evidente que los gringos quieren llevárselo y/o bien encarcelarlo por un largo tiempo o peor. Necesitamos ser un poco solidarios con alguien que nos acaba de decir muchas cosas que teníamos derecho a conocer”, dijo en entrevista a la revista ShortList.