Protegidos por los ‘Likes’
Gozar de los beneficios que ofrece un producto, como obtener un cupón de descuento o incluso ser fiel seguidor de la página de una compañía en Facebook podría ser un arma de doble filo para el consumidor.
Por ello, algunas marcas están optando por establecer términos legales que dan a conocer al consumidor, discretamente, que la empresa se pueda “lavar las manos” en caso de ser demandada.
General Mills –la fabricante de los cereales “Cheerios”– parece ser pionero en lo que se conoce como “arbitraje forzoso” impuesto en el consumidor.
Eugenia RodríguezGozar de los beneficios que ofrece un producto, como obtener un cupón de descuento o incluso ser fiel seguidor de la página de una compañía en Facebook podría ser un arma de doble filo para el consumidor.
Por ello, algunas marcas están optando por establecer términos legales que dan a conocer al consumidor, discretamente, que la empresa se pueda “lavar las manos” en caso de ser demandada.
General Mills –la fabricante de los cereales “Cheerios”– parece ser pionero en lo que se conoce como “arbitraje forzoso” impuesto en el consumidor.
De acuerdo a The New York Times, el gigante de alimentos alertó de forma silenciosa a los consumidores a través de su sitio Web que renuncian a su derecho de demandar a la compañía si descargan cupones, participan en sorteos patrocinados por la empresa, dan click en “Me gusta” a su página en Facebook e incluso si compran sus productos.
“Aunque este es el primer caso que he visto de una empresa de alimentos que se mueve en esta dirección, otros seguirán, ¿por qué no lo harías?”, dijo al diario estadounidense Julia Duncan, experta en arbitraje de la Asociación Americana para la Justicia.
Y es que “básicamente se trata de tratar de proteger a la empresa de toda responsabilidad, incluso cuando miente o, por ejemplo, cuando un empleado suma deliberadamente vidrios rotos a un producto”, agregó Duncan.
Una de las graves implicaciones de dichas políticas está relacionada a los ingredientes de los productos y su amenaza para la salud del consumidor –alergias, por ejemplo–, pues en ocasiones no presentan el listado de ingredientes completo o detallado en los empaques.
“Cuando hablas sobre la comida, también estás hablando de cosas que pueden matar a las personas”, comentó Scott L. Nelson, abogado de Public Citizen. “Hay una gran diferencia en los riesgos, entre el beneficio que estás recibiendo de este supuesto contrato al que estás entrando en, digamos, el uso de la página Web de la compañía para descargar un cupón, y los derechos a los que dices que estás renunciando”.