“No queremos convertir a Facebook en un foro en el que las personas estén votando a favor o en contra de las publicaciones de las personas”, expresó este martes el CEO de la red social, Mark Zuckerberg.
Durante la sesión de preguntas y respuestas en las instalaciones de la compañía en Menlo Park, California, Mark reveló que estaban trabajando en lo que por años muchos usuarios en el mundo han solicitado: el botón “No me gusta”.
Independientemente de la figura del nuevo ícono o el nombre oficial del mismo, no se trata de que éste cumpla con la función de fomentar el odio o despertar sentimientos negativos entre usuarios que no quieren ver, por ejemplo, una imagen más de un anillo de compromiso en su NewsFeed.
En palabras de Zuckerberg: “tú no vas a querer pasar por el proceso de compartir algún momento que para ti fue importante en tu día y tener a un usuario que vote en contra de éste”.
Pero tampoco queremos expresar que nos gusta una noticia sobre la guerra, hambruna o explotación sexual o la actualización de estado de un amigo al que señala que lo acaban de asaltar.
Lo que habla de la complejidad de sumar una función que nos permita reconocer que un momento triste es triste, y que lo entendemos sin dar el mensaje de que lo que estamos desaprobando o criticando es el comentario o al mismo usuario, como sucede en Reddit.
Porque suponiendo que fuera la segunda opción y considerando la forma en la que operan los algoritmos actuales de Facebook, le estaríamos dando a entender al software que no queremos volver a ver nada de ese amigo que, inocentemente, compartió una experiencia triste, y que lo borre de nuestra vista.
Si lo anterior fuera la función del nuevo botón, “(…) instantáneamente convertiría a Facebook en un lugar en el que las personas pueden esperar sentirse mal consigo mismas. Con la posible excepción de la iglesia o el gimnasio, nadie quiere ir a un lugar así”, señala un análisis de Wired.
El doctor Larry Rosen, reconocido experto internacional en la psicología de la tecnología, considera que el botón “No me gusta” –o como se llame– “va a causar problemas (…) Me preocupa que provoque el aumento del diálogo negativo”, dijo a la revista de tecnología estadounidense.
Y lo que menos quiere Facebook es perder su cuota de usuarios —e ingresos. Además de que convertirse en un espacio que fomente la grilla y el odio no sería congruente si se considera que la red social busca “conectar al mundo”.
Empatía, nada más
Entonces, ¿qué busca Facebook?
Sin más detalles de lo que será el nuevo botón más que comentarios de Zuckerberg del tipo “si estás compartiendo algo que es triste (…) puede que no se sienta cómodo dar ‘Me gusta’ a ese post. Pero tus amigos y las personas quieren ser capaces de expresar que entienden (…)”, quienes analizan las tendencias tecnológicas no han tenido de otra más que plantear sus propias hipótesis.
El editor colaborador de Wired, Brian Barrett, argumenta que “lo que Facebook necesita es una opción para el reconocimiento neutral, algo que diga ‘he visto esto’: simple, neutral, ausente de juicios”, dice.
Mientras que el periodista especializado en tecnología Josh Constine escribe en Techcrunch que lo que hace más sentido para Facebook es un botón que transmita que simpatizas con la publicación del autor y/o aquellos afectados por una situación difícil.
El nombre del botón debe ser algo que sea “ampliamente comprensible, traducible en diferentes idiomas, conciso, y sin ambigüedades”, como “lo siento”, por ejemplo. “Una palabra que cuando la leas, sepas que el emisor comprende la tristeza de una historia y lo siente por ti y por las víctimas”, explica.
Por su parte, el sitio Web de tecnología Re/Code propone que Facebook podría tomar como ejemplo el nuevo producto de “reacciones” de la aplicación de comunicación empresarial Slack.
Dicha herramienta permite a los usuarios comentar en las publicaciones de otros con una amplia serie de emoticones que expresan todo tipo de reacciones en base a lo que una persona piense o sienta.
Como señala otro análisis de la revista Time: “después de todo, los 1.6 mil millones de seres humanos que utilizan Facebook experimentan una variedad de emociones aparte de ‘Me gusta’”.
De acuerdo con el periodista de tecnología y negocios Victor Luckerson, la nueva función que Facebook está por sumar es la vía para que, a largo plazo, la red social pase de ser vista como una distracción a un destino donde las personas puedan realmente se puedan enterar sobre las cosas más importantes que ocurren en su mundo.
Y eso trae consigo más usuarios pasando más tiempo en el sitio y, con ello, más anuncios y más dinero para Zuckerberg y los accionistas de su red social.
“Si las personas encuentran cosas que les parezcan importantes y aprenden de ellas, entonces son más propensas a quedarse con nosotros a largo plazo”, dijo a Time Adam Mosseri, director de gestión de producto de Facebook.
Más lenguaje, menos símbolos
En 2011, el programador y columnista de tecnología Matt Honan dijo en Gizmodo que lo que los usuarios en una red social necesitan para expresar sus sentimientos no son más íconos, sino algo que ya tenemos: el lenguaje. “El software no es para sentimientos”.
Podemos expresar que una foto en Instagram nos gusta al darle click al botón en forma de corazón. Pero al hacerlo, “no lo confundas con un sentimiento genuino. No estás expresando emoción, le estás dando click a algo. Estás cambiando el contexto, no la situación”, apunta Honan en el texto titulado “¿Por qué te gustan las malas noticias?”
Y agregó: “no descargues tu humanidad en algo que haces click con el ratón. Recuerda que a pesar de que estamos interactuando electrónicamente, sigues siendo una persona con más que una capacidad para votar a favor o en contra. No importa qué figura tenga ese ícono, tu corazón no es un botón”.
“Y después de que le des click a ese pequeño y tonto botón, escribe una respuesta. Di algo. Usa tu capacidad humana para el lenguaje. Ni siquiera tienes que decir mucho. Solo un pequeño texto”.
¿No sabes qué decir? Con que escribas “lo siento. Es suficiente”.