Sci-fi para todos

El campo de la ciencia ficción suele ser el terreno más áspero e incomprendido del cine, solo el público curioso o el cinéfilo conocedor, se atreven a dar un clavado para sumergirse en sus temáticas que pueden ser irreverentes en nuestra realidad pero coherentes en un universo paralelo.

Cuando en el 2009 surge el cineasta sudafricano de 35 años Neill Blomkamp de Johannesburgo con su película “Distrito 9” nadie iría a pensar que marcaría pauta dentro del género, apostando por un rubro todavía más complejo en la ciencia ficción: El cine postapocalíptico distópico.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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El campo de la ciencia ficción suele ser el terreno más áspero e incomprendido del cine, solo el público curioso o el cinéfilo conocedor, se atreven a dar un clavado para sumergirse en sus temáticas que pueden ser irreverentes en nuestra realidad pero coherentes en un universo paralelo.

Cuando en el 2009 surge el cineasta sudafricano de 35 años Neill Blomkamp de Johannesburgo con su película “Distrito 9” nadie iría a pensar que marcaría pauta dentro del género, apostando por un rubro todavía más complejo en la ciencia ficción: El cine postapocalíptico distópico.

El filme tiene una anécdota puntual. Una nave extraterrestre queda varada sobre la ciudad más grande de Sudáfrica, por lo que los alienígenas empiezan a descender a la Tierra y los humanos los hacinan en un área llamada Distrito 9. Claramente la especie dominante del planeta Tierra tiene miedo a lo desconocido y empieza un repudio sin sentido a los extraterrestres que están orbitando el espacio aéreo en son de paz, una clara xenofobia está presente durante esta película.

Blomkamp seguiría su reclamo social en celuloide digital con “Elysium”, del 2013, misma que filmó con un presupuesto tres veces más grande que su ópera prima –115 Millones de dólares (mdd)–, salió de su área de confort produciendo la película en México donde se filmó en la devastada delegación Iztapalapa y en la opulenta zona de Interlomas.

La historia es simple. En el año 2154 la Tierra se ha vuelto un lugar inhabitable, la gente vive en un estado de pobreza y deterioro raquítico de la salud, pero quienes tienen dinero y poder han salido del planeta para ahora vivir y orbitar en una estación espacial llamada “Elysium” ¿adivinan ahora dónde se ubicó cada locación utilizada en México?

Cuando al cineasta se le cuestionó de la realización de este filme y cómo es que había considerado esta visión de la ciencia ficción Blomkamp respondió de manera tajante: “Todos quieren preguntarme últimamente acerca de mis predicciones para el futuro, no, no, no… Esto no es ciencia ficción, esto pasa ahora, esto pasa hoy”.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Haciendo tributo al título de la novela de Philip K. Dick en la que se basara Ridley Scott para hacer “Blade Runner” en 1982, sería bueno cuestionarse si ese “sueño” podría ser real en algunos años ahora más cercanos.

Ya que “Chappie” la nueva película de Blomkamp habla acerca de un robot que gracias a su creador, es dotado de inteligencia artificial que replica la mente humana empezando desde su fase maternal hasta ir evolucionando como un adulto. 

Dentro de la ficción apreciamos la evolución de Chappie desde cero, aprendiendo y cuestionando a su creador conforme avanza en su maduración mental. 

Para la película Blomkamp contó con un reparto estelar en papeles secundarios. El actor australiano Hugh Jackman hace presencia con el rol de Vincent Moore, exmilitar ingeniero que diseña un robot llamado Alce pero que la dueña de la compañía Tetra Vaal, Michelle Bradley –Interpretada por Sigourney Weaver– decide recortar del presupuesto.

El dueto rapero sudafricano de música rave Die Antwoord hace fuerte presencia en la cinta, ya que sus vocalistas Ninja y Yolandi Visser fungen como papá y mamá de Chappie, respectivamente.

El realizador decidió volver a su natal Johannesburgo para filmar y aprovechar los espacios de decadencia social que ofrece la ciudad. La Torre Ponte, ícono urbano pero de alto detrimento sirvió para una de las escenas de la película.

La música corre a cargo de Hans Zimmer, quien presenta uno de sus mejores y más arriesgados trabajos en su carrera, siendo un acierto completo para esta ficción que busca criticar de nuevo a una sociedad que ve con malos ojos a los cambios radicales de poder convivir con robots que pueden pensar por sí mismos. 

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