En la serie de Netflix “House of Cards”, Frank Underwood (interpretado por Kevin Spacey) tiene la última palabra siempre… y así lo marca cada vez que da un leve golpe con el anillo que porta de su pasado como militar, al igual que lo hacía su padre.
El mandato de Underwood en la televisión llegará a su fin durante la sexta temporada de la emisión, la cual se estrenará en 2018 y constará de 13 capítulos.
Pero esta emisión que marcó una era para las series originales de Netflix no termina por bajos ratings (¿o sí?), tampoco porque la crítica la haya destrozado… mucho menos por falta de presupuesto. Sino porque pareciera que la vida real y la ficción se entrelazan y se borran las barreras que separan la vida personal de los actores con su desempeño en el ámbito laboral.
Sin una querella legal de por medio y una acusación de acoso sexual de hace 30 años fue suficiente para que la plataforma de streaming de series y películas optara por cancelar esta historia sobre la política estadounidense.
Y es que Kevin Spacey está consagrado con el público, al igual que Frank Underwood, uno de sus tantos personajes inmortales. Tanto en el cine, como en la televisión y el teatro, el intérprete nacido en Nueva Jersey el 26 de julio de 1959 ha demostrado ser polifacético y su trabajo se ha distinguido por su inigualable capacidad histriónica.
Humano como cualquiera, Underwood ha enfrentado las consecuencias de sus actos en la trama y Spacey no se escapa de ello, en la vida real.
Admirado y señalado por el público y la crítica, Spacey fue acusado de acoso sexual –y pedofilia– por el actor Anthony Rapp, quien alegó haber estado en esa situación en 1986, cuando tenía 14 años, mientras que Kevin tenía 26.
En medio del escándalo del productor Harvey Weinstein se ha destapado la cloaca de los acosadores y abusadores sexuales del mundo del entretenimiento, dentro y fuera de Hollywood. Y la acusación contra Kevin –quien se disculpó con Rapp y alegó que no recuerda el incidente de aquel entonces y en el que supuestamente estaba bajo los efectos del alcohol– provocó la cancelación de la exitosa serie que protagoniza junto a Robin Wright. “House of Cards” es producida por David Fincher (quien dirigió dos episodios), fue creada por Beau Willimon y su producción ya había comenzado antes de la denuncia pública.
Spacey dijo haberse horrorizado por esta situación y señaló que “si me comporté como él (Rapp) describe le debo la más sincera disculpa por lo que habría sido un comportamiento ebrio profundamente inapropiado”.
Un duro golpe para el actor de “House of Cards”, ya que esta serie generó 33 nominaciones a los Premios Emmy y ocho a los Globos de Oro. En 2014, Wright se llevó el Globo de Oro a la Mejor Actriz y Spacey a Mejor Actor, en 2015.
Al igual que Frank se sale con la suya, usuarios de la Red indicaron que Kevin sacó la carta de la homosexualidad para librarse de este escándalo… para otros, Rapp se “colgó” de la fama de Kevin y del momento y unos cuantos consideran que fue una estrategia ante los bajos ratings de la serie.
“Honestamente, no recuerdo el encuentro, sería hace más de 30 años. Si me comporté como él describe le debo la más sincera disculpa por lo que habría sido un comportamiento ebrio profundamente inapropiado”
OPINIÓN DIVIDIDA
>> La Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión del Emmy decidió no otorgarle el Premio de los Fundadores de los Emmy 2017 a Kevin Spacey, que le iba a ser entregado el 20 de noviembre.
>> Para algunos la solución no era cancelar la serie, sino deshacerse del personaje y continuar solamente con Claire Underwood en la trama.
>> Los acosadores sexuales deben enfrentar sus consecuencias… para algunos éstas son fuera de los sets de grabación.
> Para una parte de los usuarios, declararse como gay fue la manera “fácil” que tuvo de Kevin Spacey para distraer la atención de la acusación por acoso y pedofilia en su contra.
“(...) Ahora elijo vivir como un hombre gay. Quiero afrontar esto de forma honesta y abierta, y eso empieza examinando mi propio comportamiento”
Personal vs. laboral
Aunque para algunos usuarios –y el propio Netflix– las consecuencias de la vida personal sí influyen en el campo profesional, hay quienes alegan que la decisión fue injusta, pues su desempeño como actor no se ve afectado ni por el acoso contra Anthony Rapp, ni por su declaración como homosexual.
Kevin Spacey se disculpó este fin de semana con Rapp y al mismo tiempo se confesó como homosexual vía su cuenta de Twitter, al decir que “(…) ahora elijo vivir como un hombre gay. Quiero afrontar esto de forma honesta y abierta, y eso empieza examinando mi propio comportamiento”.
Dividió opiniones y mientras algunos usuarios coincidieron con Netflix y su decisión de terminar con “House of Cards”, otros pidieron separar el comportamiento del actor con su trabajo.
Para muchos, sucede como con políticos u otros puestos públicos, en los que la vida privada y la profesional están separadas por una delgada línea.
No se justifican los actos de Spacey con Rapp hace 31 años, pero esos problemas se resuelven con la ley –cuando es el caso– y fuera del set.
Netflix también lo hizo para dar a entender que su empresa condena a los acosadores y abusadores sexuales. Y muchos inclusive consideran que fue la mejor –y más polémica– manera de cancelar esta historia.
De hecho, de acuerdo a Deadline, Netflix y Media Rights Capital ya planeaban cancelar la serie y esto fue el “empujón” que se necesitaba.
En Hollywood y en el mundo del entretenimiento en general, se debe tomar en cuenta quién lanza la primera piedra… ya que el problema del acoso y el abuso sexual tiene más años que los sets de grabación y los estudios de las distribuidoras.
