Sed por crear conciencia en la gente con cine

El cineasta Aldo Tomás Gutiérrez presenta en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato su cortometraje “Sed”, el cual es una alegoría de cómo el ser humano agota el vital líquido de manera universal, además de hacer hincapié en la constante inmigración global

Por las calles de Guanajuato un joven de barba, lentes oscuros y cabello largo entrega volante en mano, podría pasar desapercibido o ser ignorado por los transeúntes ya que pensarían que regala papeletas de comida o promoción de un antro, pero al pronunciar de que va su anuncio todo cambia en la persona que lo recibe.

“Hola, te invito a ver mi película mañana, es gratis”, dice Aldo Tomás Gutiérrez con modestia a los turistas y que con humildad afirma que es su debut en la dirección cinematográfica.

Así es como este joven de 27 años demuestra su ansiedad por saciar su sed personal de concientizar a los millones de humanos que faltan de responsabilidad social a cambiar el entorno en el planeta y solo basta un cortometraje de seis minutos para transportar el mensaje de manera introspectiva.

“Sed” es el mini filme de Gutiérrez que contiende con más de 20 cortos nacionales en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato en su selección oficial, pero lo que le importa al cineasta novel, es que su creación sea vista y genere discusión.

“En nuestras proyecciones, en nuestras películas encontramos los conflictos que nos llaman y el abandono y la ausencia es algo que me llama, se encuentran en algún momento, pero también yo me encuentro en esta historia que tiene varias vertientes dentro de la expiración en el proceso de la realización, una de ellas es la condición global, la carencia de los elementos, la situación de la migración en todo el mundo”, platica el realizador con Reporte Indigo.

En la película Gutiérrez recurrió al deserto guanajuatense Rincón de Parangueo, ya que requería de una apariencia blanquecina, pero además resequedad del lugar le otorga una atmósfera única al mensaje que quiere transmitir.

“Otra locación que cumple características de esta blancura, de esta aridez podría ser Guerrero Negro (Baja California Sur) pero esta locación en Valle de Santiago en Guanajuato cumplía con características muy especiales en cuanto a la luz y a la naturaleza de la superficie y las grietas, la aridez forman parte de la historia como un elemento más”, añade el cineasta.

Gutiérrez hizo trabajo de mesa para preparar su cortometraje durante seis meses y el resto de la preproducción terminó de ser medio año más para después lanzarse al rodaje que le tomó dos días.

Guanajuato es una urbe que tiene que bombear el agua hasta su capital, situación que está presente en muchas otras ciudades del mundo, es parte de este discurso que a Gutiérrez le importaba reflejar en su cortometraje, para que pueda ser universal ya que además carece de diálogos y eso le da solo un lenguaje visual.

“Espero que quede una inquietud y que exista una apertura en la conciencia de las personas para considerar el uso y el tratamiento que le estamos dando al agua, lo ignoramos pero se viene una crisis del agua muy dura y ya se está dando en ciudades grandes, pero también en ciudades como Guanajuato, hay crisis de agua, hay falta de agua”, puntualiza el realizador.

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