Solos, refugiados y vulnerables

Hay niños en el mundo cuyas preocupaciones giran alrededor del disfraz que utilizarán este año en Halloween mientras que, al otro lado del mundo, hay otros que tras convertirse en migrantes refugiados se encuentran desconcertados, fuera de sus hogares, solos y en lugares en donde probablemente no entiendan el idioma ni las costumbres.

Ese es el caso de algunos refugiados sirios, afganos, eritreos y sudaneses que atravesaron continentes para finalmente llegar a su nuevo hogar en Europa.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Hay niños en el mundo cuyas preocupaciones giran alrededor del disfraz que utilizarán este año en Halloween mientras que, al otro lado del mundo, hay otros que tras convertirse en migrantes refugiados se encuentran desconcertados, fuera de sus hogares, solos y en lugares en donde probablemente no entiendan el idioma ni las costumbres.

Ese es el caso de algunos refugiados sirios, afganos, eritreos y sudaneses que atravesaron continentes para finalmente llegar a su nuevo hogar en Europa.

Y es que la crisis migratoria en el Viejo Continente ha dado pie a que docenas de niños refugiados –no acompañados– lleguen a pedir asilo después de una larga travesía a pie, en camión, barco o tren.

En asilo temporal en Dove o Kent, Inglaterra, los niños pasaron de ser 296 refugiados en septiembre 2014 a casi 800 durante en el mismo periodo este año, de acuerdo a la agencia AP.

“Y en Suecia, que tiene el mayor número de refugiados per cápita en Europa, la Agencia de Migraciones dice que casi mil 300 menores de edad buscaron asilo durante una sola semana de septiembre – un asombroso aumento de alrededor de 400 a la semana en junio”, añade AP.

Una publicación en Mashable señala que, de acuerdo a AP, un total de 12 mil niños no acompañados solicitaron asilo en Suecia, este año.

“Los municipios nunca han estado cerca de tener una situación como esta antes, nunca”, dice Kjell-Terje Torvik, experto de la Junta de Inmigración que ha trabajado con niños refugiados durante más de 10 años.

Kjell-Terje Torvik agrega que aunque sabían que los números aumentarían, la situación “está mucho más allá de nuestra imaginación”.

Los trabajadores sociales indican que muchos de los niños refugiados que piden asilo llegaron solos porque tuvieron que ser separados de sus familiares debido a circunstancias desesperadas. Muchos fueron separados de sus familias porque éstas no pueden “darse el lujo de enviar a más de un miembro al extranjero”, dice AP.

En comparación con los adultos que piden asilo a países europeos, los niños refugiados no acompañados son tratados bajo diferentes reglas, “porque son más vulnerables, son separados de otros migrantes y refugiados a su llegada al país destino, y son transferidos a centros locales que los reciben”, enfatiza la agencia. 

Peligros de un niño migrante

No solamente ponen en riesgo su vida, pierden a sus familias y a sus hogares, y quedan marcados de por vida, los niños migrantes también se exponen a efectos negativos sobre su salud mental.

Un estudio publicado en la revista científica American Journal of Psychiatry, demuestra que los migrantes tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales como esquizofrenia.

También aumenta su probabilidad de padecer desórdenes depresivos, episodios de ansiedad, fobias, síndromes de dolores crónicos, y se exponen al riesgo de caer en adicciones.

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