20 años en el abismo

Quienes vivieron en el cine el momento en que Renton (Ewan McGregor) emerge de un retrete nauseabundo, que se sintieron identificados con “Lust for life” de Iggy Pop y abrazaron el monólogo de “Choose life” como suyo en 1996 (como muestra el inicio de la película “Trainspotting”), es muy probable que hayan pasado por las cinco etapas del duelo cuando se enteraron de la posibilidad de una secuela.

Quienes vivieron en el cine el momento en que Renton (Ewan McGregor) emerge de un retrete nauseabundo, que se sintieron identificados con “Lust for life” de Iggy Pop y abrazaron el monólogo de “Choose life” como suyo en 1996 (como muestra el inicio de la película “Trainspotting”), es muy probable que hayan pasado por las cinco etapas del duelo cuando se enteraron de la posibilidad de una secuela.

Negación que debió surgir por sentir que su adolescencia sería pervertida con una continuación que no le haría mérito a la original, e ira por no poder hacer nada en contra de la voluntad de los creadores, ni siquiera negociar con su inconsciente para encontrar un punto medio entre madurar y seguir adelante, para después caer en la depresión de que la prometida segunda parte pareciera más un rumor que una realidad.

Hasta llegar al proceso de aceptación 20 años después, al caer en la cuenta de que el rumor era verdad y “T2 Trainspotting” ahora es una realidad.

Y es así como el cineasta Danny Boyle mantuvo cautivo a su público durante dos décadas entre incertidumbre y promesas de traer las aventuras de Mark Renton, Daniel “Spud” Murphy, Simon “Sick Boy” Williamson y Francis “Franco” Begbie, las cuales fueron inmortalizadas por Irvine Welsh en su libro homónimo y del cual se desprendió la película de 1996.

“Pasaron 21 años desde el estreno de la primera película y la sabiduría convencional dice que ¡20 años es demasiado tarde para hacer una secuela! El retraso no fue exactamente deliberado, pues durante años hablamos de realizar otra cinta. Pero de hecho esto es lo que da a la película una razón de ser. Cuando pones a los actores lado a lado con el aspecto que tenían hace 20 años, es brutal”, es lo que dice Boyle respecto al hecho de haber realizado una secuela dos décadas después.

El acuerdo era claro, todo el equipo creativo, tanto el director como el guionista y los cuatro actores principales –bajo la aprobación de Welsh– deberían estar en el nuevo filme. Y el resultado es excepcional.

“T2 Trainspotting” toma la secuela que Welsh escribió después del furor de la película, “Porno”, que fue publicada en 2002 y que incluye algunos fragmentos que quedaron sin utilizarse en el libro original de 1993. Esta nueva entrega cuenta con un guión de John Hodge y la dirección de Danny Boyle, y promete complacer a los fanáticos que llevan 20 años esperando la vida en el abismo.

La maduración Boyle

Después de “Trainspotting”, Danny Boyle tomó otros intereses en su filmografía, haciendo ciencia ficción, thriller y adaptaciones biográficas en cine.

La maceración que dejó encargada al tiempo para retomar la historia del cuarteto de perdedores escoceses resultó en su punto, ya que después de haber realizado 10 películas en 20 años, se nota su maduración fílmica, sin perder el estilo irreverente que sembró desde 1996.

En la secuela, el director inglés hace claras referencias a la producción original y satiriza a la sociedad actual que vive exacerbada de las redes sociales, los gadgets y sigue latente a un consumo sin sentido.

“La irresponsabilidad de los muchachos es la primera película, no das un centavo por nada y mucho menos por el tiempo o, más bien, ni siquiera piensas en eso. ‘T2’ da un giro total: es el tiempo el que no da un centavo por ti. Punto”, opina Boyle.

Welsh después de éxito

Tras la fama lograda con la película de Boyle, Welsh no dudó en continuar la historia de sus personajes adictos a la heroína, por lo que en agosto de 2002 salió a la venta “Porno”, obra literaria que explora la vida de los delincuentes de Edimburgo 10 años después.

Aunque el autor se ha despegado de su obra más reconocida, la mayoría de sus libros conectan el mismo universo en los que regularmente se mezclan sus personajes saltando de un libro a otro, pero siempre teniendo los tópicos latentes de las drogas, el sexo y la perversión.

“Creo que la gente querrá ver lo que hacen ahora estos personajes debido a que tratan de ser mejores constantemente. No importa cuán oscura sea su situación, el público los perdonará siempre y cuando se esfuercen por caminar hacia la luz y hallar su camino”, dice Welsh acerca del filme.

Soundtrack
imprescindible

Nuevamente Boyle escoge sabiamente las piezas musicales que acompañan a la secuela, dando pié al remix de “Lust for life” de The Prodigy, y cede terreno a las nuevas generaciones, al hacer de “Silk” de Wolf Alice el tema principal del largometraje. Al mismo tiempo incluye temas clásicos de Blondie, Queen, Run-DMC con Jason Nevins y Underworld para acompañar escenas claves de “T2 Trainspotting”.

Arriesgado al exceso

Sin titubeos, Boyle se atreve a hacer de esta continuación un épico filme para marcar una época como lo hizo la antecesora. Grabada de manera digital, el cineasta explora formatos y encuadres, que resueltos en edición se solidifican con los flashbacks constantes hacia los 20 años de juventud pasada, agregando nuevas escenas hechas con dobles adolescentes que añaden un cariz cargado de nostalgia.

El camino de
la sobredosis

La literatura de Welsh gira en torno a las drogas, el sexo y explora el universo entre sus personajes.

‘Escoria’ (1998)

Alcohólico, drogadicto, policía, ese es Bruce Robertson, quien aspira a ser detective inspector en Edimburgo, pero no hace nada por combatir sus vicios. Aunque no se conecta con “Trainspotting” se menciona a Francis Begbie como cómplice de uno de los personajes.

‘Porno’ (2002)

Situada 10 años después de “Trainspotting”, la vida de Renton se cruza de nuevo con Sick Boy cuando éste le propone financiar una película para adultos, Begbie acaba de salir de prisión.

El sello Boyle

De la filmografía del director británico hay más que sólo “Trainspotting”, a continuación una selección destacada de sus éxitos en taquilla:

‘Shallow grave’ (1994)

Ópera prima de Boyle con tintes de comedia negra en la que tres compañeros de departamento se vuelven indecisos al encontrar al cuarto habitante muerto y con un maletín lleno de dinero.

‘28 días después’ (2002)

Tomando el género de horror, el cineasta construye una historia que revivió a los zombies, ya que su protagonista, Jim, (Cillian Murphy) parece ser el único sobreviviente a una epidemia mortal.

‘¿Quién quiere ser
millonario?’ (2008)

Ganadora de ocho Oscar incluido Mejor Película y Director, la cinta trata de un joven hindú que sueña con salir de su pobreza, concursando en un programa de tv.

‘127 horas’ (2010)

Basada en la vida de Aron Ralston, quien al ir de excursión sólo al Parque nacional Tierra de Cañones en Utah se queda atrapado y tiene que hacer lo increíble por sobrevivir.

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