Toma lápiz y papel

¿Hace cuánto que no escribes más de dos párrafos a mano? Es muy probable que cuando tomes un bolígrafo o un lápiz para escribir sobre una libreta, tu letra será desproporcionada y se asemejará a las extremidades de una araña, como suelen decir.

Pero, por muy rápido que sea escribir en una computadora o en el teclado de un smartphone, lo cierto es que escribir a mano se traduce en múltiples beneficios para la mente y el cuerpo.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Escribir ayuda a que se refuerce el mecanismo de aprendizaje; reduce los niveles de estrés y mejora el funcionamiento de órganos como hígado y los pulmones

¿Hace cuánto que no escribes más de dos párrafos a mano? Es muy probable que cuando tomes un bolígrafo o un lápiz para escribir sobre una libreta, tu letra será desproporcionada y se asemejará a las extremidades de una araña, como suelen decir.

Pero, por muy rápido que sea escribir en una computadora o en el teclado de un smartphone, lo cierto es que escribir a mano se traduce en múltiples beneficios para la mente y el cuerpo.

Entre ellos está que se ejercita la memoria y eso aumenta la probabilidad de que se retenga mejor la información que se está escribiendo, según indicaron los resultados de un estudio a cargo de Anne Mangen, de la Universidad de Stavanger, en Noruega.

Los hallazgos publicados recientemente en la revista científica Advances in Haptics señalaron que escribir a mano estimula directamente al cerebro, incluso deja huella en este órgano, más que escribir en el teclado de cualquier dispositivo electrónico.

Y es que escribir –y leer– implica una serie de sentidos, pues según Mangen, “el cerebro recibe retroalimentación y señales de los músculos y la punta de los dedos”. Este tipo de retroalimentación es más fuerte que la que se recibe al entrar en contacto con un teclado y al escribir sobre el mismo.

Además, escribir ayuda a que se refuerce el mecanismo de aprendizaje, pues también requiere de mayor esfuerzo mental.

Mangen enfatizó que tanto la lectura, como la escritura son actividades que estimulan distintas áreas del cerebro.

La escritura a mano requiere más tiempo que hacerlo en un teclado, lo que estimula directamente el área del lenguaje en el cerebro.

De hecho, el mes pasado se aludió en este espacio a los beneficios que brinda la lectura. Entre ellos la reducción del riesgo de sufrir demencia y el aumento del flujo sanguíneo y la oxigenación al cerebro. 

Además, un estudio titulado “Reading literary fiction improves theory of mind”, publicado en Science, reveló que leer ficción aumenta la capacidad empática de las personas.

Y es que los beneficios que brinda escribir no solamente ayudan los procesos mentales y/o emocionales. Otro estudio, publicado en Advances in Psychiatric Treatment, subrayó que los beneficios inclusive son a largo plazo, pues la escritura expresiva es catarsis pura, que ayuda a mejorar el humor y bienestar de la persona. Y reduce los niveles de estrés, así como los síntomas depresivos. A su vez, evita el riesgo de que aumente la presión arterial, y mejora el funcionamiento de órganos como hígado y los pulmones.

Escribir para vivir mejor

Escribir es una de las tantas maneras por las que los seres humanos pueden expresar sus emociones. Y a través de las palabras se puede acelerar y mejorar el proceso de curación.

Investigadores de Nueva Zelanda puntualizaron que escribir lo sentimientos y los pensamientos después de haber pasado por un evento traumático ayuda a que sanen más rápido las heridas físicas.

Según un artículo en la revista TIME, los expertos neozelandeses hicieron un experimento con participantes que habían tenido biopsias. Y monitorearon su proceso de curación y cicatrización de la herida.

Los resultados demostraron que los voluntarios que escribieron sus pensamientos más profundos en diarios personales, se curaron más rápido.

No solo eso, un estudio publicado en The Oncologist concluyó que la escritura expresiva también ayuda a cambiar la forma en la que los pacientes de cáncer piensan acerca de su enfermedad.

Pues los voluntarios de ese experimento lograron ver su condición y tratamiento con una mentalidad positiva, lo que mejoró su calidad de vida.

Con tan solo poner en práctica un ejercicio de escritura expresiva durante 20 minutos, produjeron cambios en la percepción de su enfermedad, de acuerdo a un reporte de los investigadores.

Por otro lado, escribir te vuelve más agradecido. Según expertos de las universidades de California y Miami, estipularon que tener un diario en el que se plasmen los pensamientos y experiencias de gratitud influye para que las personas se sientan más felices.

De acuerdo a The New York Times, los voluntarios que formaron parte de ese estudio escribieron una vez a la semana en sus diarios de gratitud, a lo largo de dos meses. 

Sus resultados indicaron que fueron más optimistas sobre su vida y enfocaron sus prioridades en las cuestiones positivas.

La escritura “a lápiz y papel” también ayuda a que las personas duerman mejor. Con tan solo escribir pensamientos y experiencias de gratitud –durante 15 minutos– antes de ir a la cama, podrán asegurar un sueño y descanso efectivo, publicó Psychology Today.

Escribir en un diario… y con el corazón roto

Aunque escribir en un diario y desahogarse con palabras es una actividad que por años se ha demostrado que ayuda a las personas después de eventos traumáticos o problemas emocionales, entre ellos el término de una relación amorosa, lo cierto es que esa catarsis puede ser contraproducente. 

Expertos de la Universidad de Arizona presentaron una hipótesis en la que aseguraron que escribir lo que una persona siente y piensa después de haber terminado un noviazgo o un matrimonio, solamente empeora la situación.

La persona cae en un círculo vicioso del que es más difícil salir, prolongando su sufrimiento.

El estudio alegó que las mujeres que se divorcian tienden a escribir en su diario y a prolongar el sufrimiento.

 

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