La hemos visto en la TV, hemos escuchado a nuestros padres y amigos quejarse de ella y seguramente nos ha pasado. La escena de un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa, todas viendo sus celulares.
El costo de la conveniencia de estos dispositivos ha sido caro: la convivencia y millones de conversaciones que nunca fueron.
Para contrarrestar esto, la compañía brasileña de cerveza Polar Export creó un innovador enfriador para sus bebidas.
Este no solo mantiene fresca la botella, sino que bloquea las señales 3G, 4G, Wi-Fi y Bluetooth que se encuentren hasta a metro y medio a la redonda. Le llaman el “Anulador de Celular”.
La idea de usar “tecnología contra la tecnología” se convirtió, irónicamente, en una campaña de publicidad viral.
Según datos de Polar Export, las historias compartidas en redes sociales (después de abandonar el bar) fueron vistas por 250 millones de personas. Y el video de sus pruebas se convirtió en uno de los 10 anuncios más vistos en YouTube en Brasil.
En junio del 2013, otra compañía del país sudamericano tuvo una idea similar. La agencia de publicidad Fischer & Friends creó un vaso que solamente se sostenía si había un smartphone debajo de él.
De esa manera, los visitantes del “Salve Jorge Bar”, establecimiento de Sao Paulo en el que el sistema debutó, no podían usar su celular mientras intentaban tener una conversación.
Aunque las ideas son buenas, quizá su alcance más importante sea recordar un hecho irrefutable: no ver el celular cuando se está conviviendo con amigos es una decisión fácil de tomar.